“Ay mujer, cuando llegás sos la mar de mis razones, un milagro en la tormenta, una página suelta desnudando palabra, ahí estás vos…”, reza la nueva canción de Luis Pastor, titulada La mar de mis razones.
No es la primera vez que la mujer sirve de inspiración para que el cantautor saque a flote su creatividad y escriba canciones dedicadas a las mujeres en todo los ámbitos, incluso en situaciones específicas como Desnudar la vida , una canción que lanzó a propósito de la lucha contra el cáncer de mamas.
Pero las canciones dedicadas a la mujer también son para los hombres. “Siempre intento transmitir un mensaje positivo, un mensaje que va hacia los hombres y las mujeres”, dice.
Entre muchas primas, era el único hombre. Actualmente tiene dos niñas y su vida desde pequeño estaba rodeado de mujeres ejemplares.
Al igual que Luis, Juan Solórzano, otro cantautor que ha dedicado noches inmensas cantándoles a la picardía, al son nicaragüense, pero también a la mujer, creció rodeado de mujeres. “En mi casa había siete mujeres, así que en mi vida siempre han mandado”, dice.
Es ese un hecho que a ambos les ayudó a sensibilizarse con los derechos y oportunidades y demás situaciones particulares que envuelven la vida de las mujeres en el país.
Ahora, a través de sus canciones, intentan darle un mensaje positivo, rescatando valores y demostrando mucho afecto y amor a través de las letras de melodías.
Luis Pastor, un hombre sumamente solidario, simpático y algo tímido, según él, intenta absorber un poco de la energía, vitalidad y buen sentido de humor del carismático Juan Solórzano.
Por su parte, Solórzano capta y trata de adoptar en su comportamiento la serenidad e intenta pensar lo que dirá, así como lo hace su colega.
La picardía y humor que transmiten en el escenario como solistas o cuando se juntan también la proyectan fuera del show.
Son muchas anécdotas juntos. Se han convertido en buenos amigos y cómplices en la música. La gente en la calle hasta los confunde.
“Una vez me preguntaron que si era dentista”, cuenta Juan, luego suelta una carcajada.
“A mí me han dicho Juan Pastor”, dice Luis.
El hecho de que los confundan sirve de plataforma para pasar un rato riéndose de este tipo de anécdotas, pero nunca de molestia.
Las bromas nunca faltan en sus pláticas. Bromas que continúan dándose aún frente al público. “Nada de eso lo preparamos, siempre estamos alegres y tratamos de transmitir la picardía del nicaragüense”, agrega Solórzano.
Las mujeres son la base de muchas canciones. La inspiración para escribirlas surge del amor, atracción, problemas y enfermedades que viven a diario.
Juancho y Lucho, como se han dado a conocer, le harán un homenaje a esas mujeres que los inspiran en un concierto.
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