El Cairo/EFE
El hijo de Muamar el Gadafi, Seif al Islam, confía en que Libia supere la crisis actual y surja como una nueva nación con nuevas leyes y reformas políticas que garanticen un sistema democrático.
“Tenemos sólo una dirección: ir para adelante. Más libertad, más democracia, tenemos que reformar desde la A hasta la Z”, afirmó Seif al Islam Gadafi en una entrevista difundida hoy por la cadena catarí de televisión Al Yazira.
El hijo de Gadafi, la figura que el régimen libio está utilizando para contrarrestar lo que considera una campaña en su contra, dijo que desde hace diez años viene hablando de aumentar los canales democráticos en el país.
“Ahora, en cambio, hay gente que quiere dividir el país en 3 ó 4 estados, está aterrorizando a la población y la están armando. Ahora es distinto”, agregó Seif al Islam, quien se presentaba como un posible heredero de Muamar el Gadafi.
“Esperamos que esta crisis cambie a Libia y le dé otra forma, otro perfil”, insistió.
El hijo de Gadafi dijo que la rebelión que atraviesa el país se está limitando a áreas del oriente y otros lugares dispersos, pero insistió que no está teniendo impacto en Trípoli y en sus alrededores, donde se concentra el 70 por ciento de la población.
Negó rotundamente que el Ejército y la Fuerza Aérea hayan bombardeado a grupos civiles y dijo que sus armas sólo se han dirigido contra “milicias armadas” y para destruir depósitos de municiones que podían caer en manos de civiles.
“No estamos bombardeando a la gente, sólo a las milicias armadas, que tienen en su poder armas pesadas, y dejamos aparte a los civiles”, añadió.
Seif al Islam, vestido con una camisa a cuadros y hablando al lado de un gran retrato de su padre, dijo que en la ciudad de Bengasi, tomada por fuerzas de la oposición desde el 21 de febrero, “hay un gran lío, no hay orden, gobierno ni seguridad”.
También rechazó la posibilidad de que estén siendo utilizados mercenarios para reprimir las protestas populares y dijo que se trata únicamente de militares negros de nacionalidad libia que integran las Fuerzas Armadas locales.
“La mitad de la población libia es negra, algunos ministros son negros. Eso es discriminación, no lo aceptamos, se trata de ciudadanos libios. Punto final”, insistió.
Al comparar la rebelión de Libia con la que en Egipto acabó con el régimen de Hosni Mubarak, el hijo de Gadafi dijo que en el vecino país “se vieron millones de personas marchando en las calles, día y noche, mientras que en Libia no”.
“Cien, doscientas personas están tomando al país como rehén”, añadió.
También se mofó de las condenas internacionales contra el régimen de Gadafi y la decisión de congelar los bienes en el exterior de la familia gobernante, algo que calificó como “un chiste”.
“Conocemos muy bien a Occidente. Cuando eres fuerte están contigo, cuando eres débil están contra ti”, agregó.