Elizabeth Romero y Juan Carlos Tijerino
Pocas instituciones del Estado escaparon a las críticas efectuadas ayer por el Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), en ocasión del Día Internacional de la Mujer y de los 20 años de la fundación de esa organización.
En un pronunciamiento dado a conocer durante la marcha de centenares de mujeres de las diferentes expresiones organizativas de ese movimiento de mujeres del país, el MAM señala que el gobierno “tiene un acumulado negativo en el ámbito de los derechos fundamentales” de las mujeres nicaragüenses, pues su presidente se “distingue” por ser el principal violador de la Constitución.
El MAM también critica que la Policía, “otrora fuerza prestigiosa y admirada, reprime las acciones realizadas por la ciudadanía en el ejercicio de los derechos políticos mientras permite a las fuerzas del gobierno cometer actos reñidos con la ley”. Al Ejército le señalan su intervención “en la aprobación de unas leyes que lesionan el sometimiento de las fuerzas armadas al poder civil y pretenden por el contrario ‘someter’ a la población”.
El MAM califica a los funcionarios del Consejo Supremo Electoral (CSE) como usurpadores culpables de un gran fraude electoral, a la Contraloría General de la República (CGR) le señala de no ver los actos de corrupción y a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de ser parte activa del caos institucional y de la usurpación de funciones.
Sofía Montenegro, directiva del MAM, dijo que las mujeres deben mantener la autonomía para poder tomar decisiones en su propia vida y en la vida política nacional, particularmente de cara a un proceso electoral que amenaza con un retroceso a los derechos conquistados.
Montenegro dijo que el gobierno tiene ya de por sí la mancha de haber eliminado el aborto terapéutico “y encima nos está quitando ahora derechos políticos, derechos de asociación…”.
Mientras el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), a través de un comunicado con motivo de esa fecha, exigió al gobierno de Daniel Ortega “que abandone su doble discurso y mensajes engañosos referente al ofrecimiento del 50 por ciento de cuotas de poder sin capacidad de decisión y permanencia”.
Al tiempo que demanda el Cenidh al Estado de Nicaragua, a que asuma sus compromisos y promueva acciones que disminuyan los altos índices de violencia física, psicológica y sexual en contra de las mujeres y la forma más extrema de la misma como son los asesinatos de mujeres.
También el Cenidh plantea que el Estado de Nicaragua debe asegurar el acceso a la justicia a las mujeres víctimas de la violencia y que sancione adecuadamente a los responsables de dichos hechos.
La presidenta del Cenidh, Vilma Núñez, expresó que el 8 de marzo debe servir como nuevo mecanismo de lucha, pues hay muchos mitos que destruir.
TODAS LIBRES
En su recorrido desde la rotonda de Cristo Rey hasta concluir frente a las instalaciones de la sede policial de Plaza El Sol, las mujeres portaron mantas con mensajes alusivos al cese de la violencia y restitución del aborto terapéutico. El lema fue “Todas juntas, todas libres”.
“Es un día de celebración y de acción”, indicó por su parte la también directiva del MAM, Azahálea Solís.
“Igual que hace 20 años las feministas nicaragüenses estamos en la calle demandando autonomía y demandando libertad”, sostuvo Solís.
Mientras tanto, en la sede de la Corte Suprema de Justicia, la magistrada sandinista Alba Luz Ramos dijo durante un acto cultural que en ese poder del Estado han trabajado para mejorar el acceso de las mujeres a la justicia.
Agregó que también ha logrado que una gran cantidad de mujeres ocupe cargos de importancia. “Es donde hay mayor representación, de 14 magistrados cuatro son mujeres, en los tribunales de justicia pasamos del 37 al 42 por ciento y en los juzgados del país ya somos el 61 por ciento”, indicó.
Ver en la versión impresa las páginas: 14 A