ROMA/EFE
El actor galés Anthony Hopkins aseguró en Roma, donde participó en la presentación europea de su última película The Rite , dirigida por Mikael Hafstrom, que se convirtió en actor porque “no era bueno en ninguna otra cosa”.
“Era muy mal estudiante, mis profesores pensaban que era simple. No podía entender de qué hablaba la gente a mi alrededor. No era bueno en los deportes”, comentó el intérprete, quien agregó que con el paso de los años se dio cuenta de que ese era “el mejor regalo que le habían hecho”.
En un encuentro con diferentes medios de prensa, entre ellos Efe, precisó que esta situación le hizo sentir mucha “rabia y aislamiento”, hasta que reaccionó y se dijo a sí mismo que tenía que hacer algo con su vida, por lo que decidió convertirse en músico.
“Quería componer música”, afirmó el ganador de un Oscar por su interpretación en El silencio de los inocentes (1991), quien señaló que al final su camino le llevó a ser actor, aunque ahora también compone y ofrece conciertos en Europa.
Hopkins manifestó que, además del dinero, lo mejor que ofrece su profesión es la de conocer lugares que uno jamás habría imaginado, como por ejemplo Budapest, ciudad en la que se rodó parte de The Rite , cinta en la que comparte cartel con la brasileña Alice Braga y el debutante Colin O’Donaghue y que supone su regreso al género del suspense y el terror.
El largometraje narra la historia de Michael Kovack (O’Donaghue), un joven seminarista falto de fe que viaja a Roma, donde conoce al padre Lucas Trevant (Hopkins), un cura experto en exorcismos cuyos métodos se alejan de los tradicionales.
Para afrontar este papel, Hopkins aseguró que no siguió ninguna preparación especial, excepto para las partes del guión que requieren que hable italiano y latín, y que fue fiel a su habitual método de trabajo, que consiste en “repetir y repetir” el texto, “incluso hasta 400 veces” hasta que casi se convierte en un acto reflejo.
“Es mi superstición. Si conozco el texto lo suficientemente bien como para poder hacerlo en sueños, entonces puedo ir al plató o al escenario y sentirme relajado”, declaró Hopkins, quien precisó que de este modo puede, además, permitirse escuchar a su compañero de escena.
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