Observar bien el cielo podría tener sus beneficios económicos esta semana, ya que un científico de la Universidad de East Anglia, Reino Unido, está ofreciendo 300 dólares a quien encuentre un globo aerostático que se extravió el pasado domingo en el Pacífico de Nicaragua.
El globo, de nueve metros de largo por 2.5 metros de diámetro, estaba haciendo un vuelo de prueba sobre el cráter Santiago del volcán Masaya, cuando una ráfaga de viento lo lanzó fuera del alcance del control remoto manipulado por el geólogo británico Roland Glasow. Nadie viajaba en él.
Antes de que se extraviara el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) había citado a una conferencia de prensa junto al cráter, para mostrar la tecnología que tenía a su disposición para medir los cambios de los gases volcánicos cuando se esparcen por la atmósfera.
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En cambio, el Ineter citó a conferencia este lunes para anunciar que ya no tenía a su disposición esa tecnología.
Glasow calculó que el globo, que puede parecer una cápsula blanca visto desde tierra, pudo haber tomado rumbo hacia el Océano Pacífico, pasando en un área que da desde el sur de El Tránsito hasta Pochomil.
PLATILLO VOLADOR
Alejandro Rodríguez, director del Ineter, aprovechó la conferencia para aclarar que lo que vieron algunas personas en El Crucero no fue un “platillo volador” sino el globo aerostático.
“No es un platillo volador ni cuestiones de inteligencia (espionaje)… es un globo que quedó atrapado en un túnel de baja presión (aire cálido) que salió del fondo del volcán”, explicó Rodríguez.
Esto porque aparentemente el globo, cuya forma es exacta a la de un dirigible, causó reacciones encontradas entre quienes lograron observarlo.
DESCENDERÁ POCO A POCO
Glasow aseguró que el globo estaba lleno de helio, por lo que no podría explotar, sin embargo, poco a poco perdería velocidad, con lo que irremediablemente terminaría en tierra o en el mar.
El globo o zeppelin cargaba dos cajas. Una era amarilla y contenía herramientas científicas para medir concentraciones de gases.
El científico ofrecía 100 dólares por cada una de las partes del globo.
Rodríguez mencionó que la importancia de la investigación que se pretendía con el globo era conocer a fondo cómo reaccionan los gases volcánicos en la atmósfera, para saber cómo estos afectan a la población.
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