El amor hacia quien nos engendró, nos cargó durante nueve meses y nos trajo a este mundo es infinito. Sin embargo algunas veces se sale de control y se convierte en un problema de pareja.
Como una prueba de amor hacia su progenitora recientemente el famoso futbolista argentino Lionel Messi mostró ante las cámaras de televisión el mensaje “Feliz cumple Mami”, el cual estaba escrito en la segunda camiseta que llevaba debajo de la oficial de su equipo.
El jugador realizó dicha acción después de anotar un gol de penalti en el partido entre el Racing Santander y el Barcelona.
La actitud de Messi fue calificada por la mayoría de fanáticos alrededor del mundo como “mamitis aguditis”.
Según la sicóloga Sandra Ney, de Clínica San Juan, al hablar de “mamitis” estamos hablando de un término que se refiere a la excesiva dependencia hacia la madre y esto puede darse en hombres y mujeres.
La especialista explica que esta tiene su origen en la niñez del individuo, ya que no se completa su desarrollo de maduración afectiva como resultado de madres sobreprotectoras y/o dominantes.
- La siquiatra Gioconda Cajina brinda algunos consejos a las esposas con maridos en esta situación.
No le eche la culpa a la mamá de lo que está pasando. Haga que su esposo como adulto asuma su responsabilidad.
Evite competir con la madre, al contrario, dele el apoyo que ella necesita. Este puede ser económico o emocional.
Cuide sus palabras en el momento de alguna pelea con su pareja, porque después es difícil que pueda recoger sus palabras.
Lo mejor es buscar la manera de acomodarse en la familia. Usted puede ser como una hija para ganarse su respeto y cariño.
Hay que saber manejar el triángulo amoroso. Cuando esto no sucede es mejor retirarse, porque la relación con la madre es para toda la vida.
[/doap_box]
Ella agrega que esta situación incapacita al individuo a tomar sus propias decisiones y depender de la madre hasta para cosas mínimas.
“La persona no se da cuenta de que lo padece; en la mayoría de los casos no hay conciencia de este problema, que va a causar serias dificultades en sus relaciones con los demás, incluso en el matrimonio, ya que generalmente se busca en la pareja a la ‘otra mamá’ “, apuntó.
UNA SÚPER MAMÁ
Según Ney, para la madre sobreprotectora no es fácil dejar el control, piensa arraigadamente que nadie puede cuidar del hijo a como ella lo hace y nunca lo ve suficientemente maduro para enfrentar la vida.
La especialista comentó que tampoco está consciente en la mayoría de los casos de la dependencia hacia el hijo. La madre depende de él para sentir que hace bien su papel y sentir que todavía la necesitan.
Durante el matrimonio, según la sicóloga, la madre sobreprotectora se convierte en la “suegra controladora”, lo que agudiza el problema.
“La cónyuge no está dispuesta a que otra persona fuera de la pareja tome las decisiones, por buenas que estas sean; se siente afectada e invadida y muchas veces en competencia con la suegra, ya que esta quiere tomar decisiones hasta en lo concerniente a los nietos”, expresó.
Para Ney en el matrimonio la pareja debe tomar sus propias decisiones, lo que favorecerá el crecimiento y la madurez como pareja.
“Las suegras indudablemente tienen mucha experiencia, es importante que estas reconozcan que ahora le toca a la pareja hacer su propia experiencia de vida”, subrayó.
Agregó que cuando el matrimonio es afectado por la “mamitis” se debe hablar del tema con cuidado, ya que muchas veces la pareja no lo reconoce como un problema.
La siquiatra Gioconda Cajina, por su parte, agrega que a este tipo de problemática también se le llama simbiosis: la dificultad de separar a dos personas.
Ella explica que para que se produzca este fenómeno existen varios factores. Uno de los más comunes se da en el varón.
ALGUNAS RAZONES
La siquiatra explica que cuando se trata de una madre soltera y el hijo se cría solamente con ella los dos hacen una alianza, algunas veces dicen que no se van a separar nunca o no lo expresan, pero actúan como si son una pareja.
La especialista asegura que se da una relación de pertenencia. “Mi hijo es mío o mi mama es mía y no le permito tener otra pareja”.
En la mayoría de los casos, según la siquiatra, se quedan viviendo bajo el mismo techo y la madre sufre de celos. Las acciones son destinadas a hacer fracasar la relación de pareja del hijo, es decir hacer que la esposa se sienta inútil.
“Ella sigue atendiendo igual a su hijo, dándole la comida, alistándole la ropa y la mujer puede ver cómo son felices ellos dos hablando, hasta sentirse marginada y tarde o temprano busca su salida”, enfatizó.
Ver en la versión impresa las páginas: 8 B
