CORRESPONSAL/CHINANDEGA
La irresponsabilidad de lanzar desechos de todo tipo y tamaño a los manjoles y tragantes (alcantarillas) provoca el continuo bloqueo de las redes y tuberías de aguas negras, contaminación del ambiente por la salida de aguas sucias y la sobrecarga laboral de las cuadrillas de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal).
Según esta empresa más de 800 tapas de manjoles se han llevado los ladrones en los últimos tres años en la ciudad de Chinandega, Corinto, El Viejo y Chichigalpa.
En los últimos tres meses del año pasado se reportó el robo de 160 medidores de agua potable y sus respectivas tapaderas.
La Alcaldía en Chinandega reporta 280 tragantes o alcantarillas sin las tapaderas de hierro, por ahí circula el agua pluvial hacia las cuencas.
En Chinandega es común observar a las cuadrillas municipales retirando la basura atestada en los tragantes. De paso ubican planchas de concreto que son apetecidas por los antisociales para desbaratarlas y quitarles la estrella de hierro que llevan en el interior. El robo de estas es constante.
Los tragantes ubicados en las esquinas son utilizados por muchos ciudadanos como basureros, por eso la municipalidad ha llamado a que denuncien a los desaseados.
El doctor Luis Lindo, delegado del Ministerio de Salud (Minsa) de Chinandega, refirió sobre la obstrucción de los manjoles: “Es un grave problema por la serie de cosas que tira la gente a la red de aguas negras”.
El Minsa ordenó una revisión en el Hospital Materno Infantil Mauricio Abdalá junto a una campaña de sensibilización al personal de salud y los usuarios del centro asistencial para que no lancen productos como gasas o guantes que pueden atascar las tuberías.
El taxista Raúl Reyes precisó que de vez en cuando hay derrame en el manjol ubicado una cuadra al oeste de la antigua morgue. “Uno desconoce el agua que se derrama, los que reparan llantas deben usar guantes porque pueden resultar contaminados”, manifestó.
La cuadrilla ubicó el hidrojet, los operarios se colocaron guantes y mascarillas e iniciaron labores de extraer basura, estiércol de cerdo y caballo.
“Ese tufo nos pone fatales”, dijo José Alejandro Reyes acompañado de Ovidio Altamirano, trabajadores de Enacal.
Esa mañana doña Telma Ramos, discapacitada, huyó ante el insoportable tufo.
Dijo que los hedores eran continuos y que no soportaban más, pues la gente tira basura y son inconscientes.
Cabe destacar que en Chinandega la mayoría de manjoles que se atascan constantemente con basura son los de la zona baja: Santa Ana, El Rosario, el Reparto España, David Andino, Roberto González y la salida hacia la comarca La Tejana.
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COMUNIDAD SE CONTAMINA
Las cuadrillas de Enacal despejan un promedio de 12 manjoles obstruidos a diario, los obreros utilizan el equipo hidrojet que por lo general posee una rotosonda y por el nivel de contaminación solo puede laborar seis horas.
A finales del año pasado hubo alarma en Enacal, pues en un día recibieron 45 llamadas de personas informando sobre los manjoles atascados.
Emigdia Ferrufino, delegada de Enacal, dijo que en una de las jornadas los obreros percibieron un intenso olor a quemado y descubrieron un pantalón trabado en el equipo de rebombeo utilizado en las aguas putrefactas del reparto La Florida, la bomba se quemó y ahora el costo de reparación es de dos mil dólares.
“Acerca del uso real de las alcantarillas y los pozos de visitas (manjoles) es que circule líquido y semisólidos, la red no puede trasladar masas de bolsas plásticas, sábanas, ropa interior, pachas, pedazos de bidones ni animales muertos, esto nos conlleva a corregir, en vez de prevenir”, refirió la delegada.
El jefe policial comisionado mayor Douglas Pichardo informó que están registrados 18 negocios de compra de chatarra a los que visitan con representantes de la Alcaldía, para valorar la legalidad de lo que ahí adquieren.
Hasta ayer no había sospechosos de robos de tapas de manjoles, tragantes y de medidores.
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