Los costos promedio de la generación hidroeléctrica en Costa Rica, Guatemala y Honduras actualmente se mantienen entre los 75 dólares y 109 dólares por megavatio hora producido, mucho más barato que los precios con los que pretende arrancar el proyecto hidroeléctrico Tumarín, donde el megavatio generado costará 128 dólares.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), las estadísticas del sector eléctrico en Centroamérica en el año 2009 revelan que la generación hidroeléctrica es una de las más baratas y rentables.
Un análisis realizado por la Cepal muestra que en Costa Rica el precio más alto por megavatio generado con plantas hidroeléctricas en el año 2009 fue de 109 dólares y el más bajo fue de 60 dólares para un promedio de 84.50 dólares.
En Guatemala los costos de generación por megavatio con hidroeléctricas promediaron los 75 dólares en el 2009.
En Honduras en ese mismo año, el precio de generación con hidroeléctricas promedió los 63 dólares por megavatio generado y en Nicaragua promedió los 60 dólares.
Hay que destacar que estos costos son en proyectos que ya están en operaciones y que en algunos casos mantienen precios congelados por el Estado.
SUPERA RANGOS DE PRECIOS
Comparando estos datos, los costos de generación del proyecto Tumarín están por encima de los rangos establecidos en los costos por megavatio producido con plantas hidroeléctricas en la región.
Tumarín establece un precio base de 118 dólares, el cual estaría aumentando un tres por ciento anual y una vez que entre en operaciones costará 128 dólares.
Según la propuesta que realizó la empresa Centrales Hidroeléctricas de Nicaragua (CHN), a la Comisión Negociadora del Proyecto Tumarín, estos costos aumentarían un tres por ciento anual y en 20 años el precio de cada megavatio producido por la hidroeléctrica costaría un poco más de 200 dólares.
PROYECTO DE NACIÓN
Según el analista en temas energéticos, Narciso Mayorga, los altos costos que refleja la producción energética que tendrá Tumarín obedecen a que es un proyecto que se está viendo únicamente con fines “empresariales y mercantilistas” y no se toma en consideración que es un proyecto de interés para la nación, que ayudará al cambio de una matriz energética que depende en un 70 por ciento de producción térmica que usa combustibles fósiles (energía más cara), para ofrecer energía más barata.
Mayorga considera que la producción energética es un elemento indispensable para que cada país tenga un desarrollo y un progreso significativo, por ello es que se considera un elemento de interés nacional, dentro del marco de desarrollo económico de un país.
“Si la energía se considera un elemento indispensable para el progreso de la nación y se considera de interés nacional, no podemos entender cómo se juega (calcula) con los precios de generación renovable. Me parece que dadas estas circunstancias, el concepto de generación renovable barata podría ser no más que una falacia”, dijo Mayorga.
EL CASO DE HIDROGESA
El especialista manifestó que era de mucho interés analizar el caso de las generadoras Santa Bárbara y Centroamérica de Nicaragua, que son parte de la estatal Hidrogesa, construidas hace más de 30 años y que entraron a operar cuando el costo del petróleo era mucho más barato que ahora.
“Interesante analizar el caso de Hidrogesa que fue construida cuando el precio del barril de petróleo era sumamente bajo. Desde el punto de vista mercantil, esa inversión fue catalogada hasta de absurda y no rentable. Pero en ese momento, desde el punto de vista del Estado, fue una inversión necesaria para la nación, que trajo mucho beneficio. Ese mismo principio debe aplicarse en estos tiempos”, indicó.
“Esto nos deja una reflexión básica. En ese momento, cuando se construyeron esas dos plantas eran dos caminos para tomar. Aprovechar el recurso natural y generar riquezas (fines empresariales). Pero para el Estado fue aprovechar el recurso natural y reducir las importaciones de petróleo, traer un beneficio para el país”, especificó.
Mayorga insistió que con Tumarín este no es el caso y la inversión refleja que hay una gran diferencia entre la visión que se tiene de nación y la visión mercantil.
“No es un proyecto energético que se proyecta como un bien indispensable. Lo primero que se observa es que se quiere sacar una inversión en el menor tiempo posible y además obtener una jugosa ganancia. Si se considerara un proyecto de nación, se tuviera una perspectiva totalmente inversa”, agregó.
Recientemente directivos de CHN justificaron que el incremento de los precios de la energía producida por Tumarín se debe a los incrementos en los costos de inversión del proyecto, que han pasado de 800 millones de dólares a 1,110 millones de dólares calculados a la fecha.
Ayer CHN envió una carta a LA PRENSA ofreciendo una “una exposición detallada y amplia” sobre el proyecto. La explicación la realizarán el próximo viernes 25.
¿ES SOLO ARGUMENTO?
Fuentes del sector eléctrico, consultadas por LA PRENSA explicaron recientemente que por ejemplo con la hidroeléctrica Reventazón, que se construye en Costa Rica y tiene un costo de mil millones de dólares y su capacidad de generación es de 300 megavatios, los costos de generación son más baratos.
Según la fuente, el costo del megavatio construido en este proyecto se calcula en 3.3 millones de dólares, mucho más barato que Tumarín.
Añadió que es un proyecto que generará 50 megavatios más de potencia y tiene una inversión de 100 millones de dólares menos.
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