CORRESPONSAL / RIVAS
Los accidentes de tránsito continúan cobrando vidas sobre la Carretera Panamericana Sur. Dos jóvenes perecieron el domingo y una señora de 65 años murió cuando recibió la noticia del deceso de uno de los muchachos, quien era su nieto de crianza.
El primer accidente que acabó con la vida del joven Luis Horacio Baldelomar Velázquez, de 15 años, ocurrió a las 3:50 p.m. del domingo, del kilómetro 102, 800 metros al sur, cerca de la entrada a San Pablo, en la Panamericana.
Según el informe brindado por la Policía, el accidente se produjo cuando a bordo de un camión Mercedes Benz, blanco, con camastro de madera, placas RI-1509, conducido por Carlos Rivera Serrano, se trasladaban 18 jóvenes integrantes de un equipo de futbol, que sostendrían un encuentro con un equipo del municipio de Tola.
Sin embargo, al equipo originario de Potosí le hacía falta completar el club con otros jugadores que habitan en el municipio de Belén, pero cuando el camión había salido de la entrada a San Pablo (con dirección hacia Belén) y había recorrido un kilómetro, luego de haber ingresado a la Panamericana, se produjo el fatal accidente.
Según las investigaciones de la Policía, el joven Baldelomar Velázquez viajaba en lo alto del camastro donde generalmente los camioneros colocan las carpas y el conductor del camión les orientó que se bajaran al piso del camión.
Cuando Baldelomar Velázquez se lanzó de arriba hacia el piso, la tabla ubicada al centro del camión se partió en dos tantos cuando el joven le cayó encima, por lo que el muchacho pasó de viaje hasta caer al pavimento.
Tras su caída al asfalto el joven fue arrastrado por el pesado vehículo un poco más de 20 metros sobre la carretera, por lo que su muerte fue instantánea. Este joven era muy apreciado en el municipio de Potosí, puesto que se desempeñaba como monaguillo de la Iglesia parroquial y cursaba su segundo año de secundaria.
Su sepelio se realizó a la 1:30 p.m. de ayer.
EL OTRO ACCIDENTE
El otro accidente se produjo a las 8:30 p.m. del domingo, cuando el joven Gustavo Adolfo Gómez Castillo, de 18 años, circulaba a orillas de la Carretera Panamericana, del kilómetro 84, 200 metros al Sur, en la comunidad Pica Pica.
En ese momento un auto negro estilo deportivo, que iba a exceso de velocidad, invadió el área peatonal e impactó al joven, el cual cayó sobre el asfalto, ocasionándole un trauma craneoencefálico severo que le provocó la muerte de forma instantánea, según el dictamen forense dado a conocer por la Policía de Rivas.
El conductor del auto negro ni siquiera se detuvo y logró escapar puesto que viajaba en dirección de Sur a Norte (de Rivas a Managua) y por estar a escasos tres kilómetros del puesto policial de Ochomogo, logró pasar con facilidad antes que dieran aviso al retén policial ubicado en ese lugar, que es límite departamental de Rivas.
Pero la tragedia a causa de los accidentes continuó luego que la señora Juana del Socorro Martínez Flores, de 65 años, abuela de crianza de Gómez Castillo, que se encontraba en estado delicado de salud no soportó la noticia y sufrió un paro cardiaco que le causó la muerte.
Tanto el joven como la abuela de crianza fueron sepultados a las 3:00 p.m. de ayer después de una misa en el cementerio de Pica Pica.
El joven era familiar de tres policías rivenses.
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