14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Foto de LA PRENSA/Uriel Molina

“Los límites los pone la mente”

LA PRENSA tiene en Estelí al periodista más pequeño de Nicaragua. Solo de estatura sí, porque Roberto Mora considera que no hay nada que él no pueda hacer. “El límite está en la mente”, dice. Desde los dos años de edad comenzó a sufrir los estragos de una enfermedad que deforma sus huesos e impide el crecimiento. Siempre fue el más pequeño de su grupo.

LA PRENSA tiene en Estelí

al periodista más pequeño de Nicaragua. Solo de estatura sí, porque Roberto Mora considera que no hay nada que él no pueda hacer. “El límite está en la mente”, dice.

Desde los dos años de edad comenzó a sufrir los estragos de una enfermedad que deforma sus huesos e impide el crecimiento. Siempre fue el más pequeño de su grupo.

Una puerta que no puede abrir, caminatas difíciles, o algún grosero que se burla, son para Mora pequeñeces en su vida, donde dice haber procurado que la gente se fije más en su pensamiento y conocimientos que en su estatura. “Soy un hombre completo”, reclama. Con todas sus virtudes y pecados.

¿Por qué periodista?

De chavalo admiraba mucho las grandes voces de la radio, aunque sé que es un don que no tengo. Creía que estudiando periodismo podía llegar a ser locutor. Ya en la carrera vi que el periodismo era más amplio y mucho mejor de lo que yo aspiraba.

¿Su físico le impide algo en su profesión?

El límite lo pone la mente. Lo que uno quiere hacer lo puede hacer. Lógicamente, hay cosas que son más difíciles para mí…

¿Cómo cuáles?

Abrir un baño donde la perilla está demasiado alta. Pero se pone una silla o a veces me ha tocado usar un lápiz para abrirlo. Todo se puede.

¿Hay algo que como periodista no pueda hacer?

Lo que me ha costado bastante es cuando me toca caminar largas distancias donde ya no entra ningún vehículo.

¿Le discriminan?

No, de ninguna forma.

También hay discriminación positiva.

No, tampoco. Me sentiría mal que me den un trabajo solo por el hecho de considerarme una persona discapacitada. He demostrado que puedo hacerlo y eso es lo que más me llena.

¿Cómo reacciona la gente cuando lo ve?

En la calle hay de todo tipo de gente. Hay quienes muestran admiración por uno, y hay gente que se burla. Algunos usan aquella palabrita: “enano”…

Le molesta que le digan enano.

Depende del tono. En forma de insulto sí, pero unos amigos me dicen así, y no me molesta. Cuando decidí estudiar quería demostrar a la gente que uno puede llamar más la atención siendo alto de pensamiento y conocimiento que por su estatura.

¿Qué le gusta hacer a Roberto Mora?

Como persona soy aburrido. Mi tiempo lo acapara el trabajo. Soy aficionado al internet. Me gusta viajar. Al campo. Desde que cumplí unos 20 años no practico ningún deporte porque se me hace difícil por la enfermedad, que es gradual.

¿Qué jugaba?

Beisbol. Todo tipo de deportes. Hacía la mueca.

¿Y con las mujeres cómo le ha ido?

(Se ríe) Bien y mal se puede decir (ríe a carcajadas).

Vamos a la época de chavalo.

Por no ser el típico galán, lógicamente que había mayor dificultad para conquistar a una muchacha, pero si alguien me interesaba, hay formas…

¿Cuáles? Denos la receta.

Platicar, dejarse conocer. Yo soy más de lo que ella mira. Detalles. A toda mujer le encanta que la admiren, que la respeten, que la consientan.

¿Hubo varias novias?

Tampoco es que fui el Don Juan que tenía la chorrera de novias, pero sí una que otra relación y que aún de repente siguen saliendo, pero ya uno con compromisos no puede ir más allá.

¿Cómo le va en el matrimonio?

Ahí vamos, en los altos y bajos, pero hasta ahora ha salido bien. Voy a cumplir nueve años de casado.

¿Y los hijos?

Mi hijo mayor va a cumplir cuatro años y tengo una niña recién nacida, pero no es de mi matrimonio.

O sea que no se ha estado portando bien…

(Se ríe) Ahí falló algo…

¿Ya lo perdonaron?

Estamos en proceso… (ríe)

¿Cómo se lleva con sus hijos?

A mi hijo de cuatro años ya no lo puedo chinear. Es muy grande para mí. Tiene una relación bastante cercana conmigo.

¿Cómo mide las principales ventajas y desventajas de ser pequeño?

La ventaja es que como periodista llamo la atención. Hay funcionarios renuentes a dar entrevistas y yo tengo acceso. Y desventajas… No veo qué cosa yo no pueda hacer. Incluso, ya hasta manejo mi propio vehículo. Soy un hombre completo.

La Prensa Domingo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí