Por Paul Elias
SAN FRANCISCO/AP
Una juez federal prohibió este martes que el jurado en el juicio a Barry Bonds por presunto perjurio escuchara una nueva grabación que según los fiscales refuerza su acusación de que el toletero sabía que estaba consumiendo esteroides.
La juez federal Susan Illston decidió que la grabación era inadmisible debido a que “apenas se puede entender” y lo que puede escucharse es irrelevante.
La cinta contiene una conversación entre el cirujano ortopédico de Bonds, Arthur Ting, y el ex socio del pelotero Steve Hoskins, quien la grabó en secreto en 2003.
Los fiscales esperaban usar esa grabación para recuperar algo del impulso que perdieron la semana pasada cuando Ting contradijo directamente a Hoskins, uno de sus testigos principales. Ting negó categóricamente el testimonio de Hoskins de que ambos habían tenido unas 50 conversaciones sobre Bonds y los esteroides y señaló que no habían hablado sobre ese tema.
Los fiscales concluyeron el martes la presentación de la evidencia acusatoria con la lectura de una transcripción del testimonio de Bonds ante un jurado investigador en diciembre del 2003.
El ex astro de los Gigantes de San Francisco está acusado de tres cargos de mentir durante esa presentación ante la corte, en la que negó haber ingerido a sabiendas esteroides y hormona del crecimiento humano. También está acusado de un cargo de mentir cuando testificó que sólo Ting le ha inyectado sustancias y de un cargo de obstrucción de la justicia.
Después que concluyó la lectura de la transcripción, el fiscal federal adjunto Matthew Parrella le dijo a la juez que concluía la presentación de la acusación.
Cuando se le preguntó sobre la presentación de argumentos de la defensa, el abogado de Bonds Allen Ruby dijo que si el toletero testifica lo hará el miércoles, aunque eso aún no se decide.
Horas antes en el décimo día del juicio, cuatro empleados de laboratorio dieron su testimonio en torno al manejo de las muestras de orina de Bonds recolectadas en el 2003 y las pruebas que les aplicaron. Una de esas muestras dio positivo por el esteroide THG, una sustancia diseñada para evitar controles también conocida como “la invisible”.