El cocodrilo de Corinto, famoso por su tristeza, se está muriendo de hambre, literalmente. Ahora se encuentra en el Zoológico Nacional, en Managua, y entre otros males sufre de anorexia.
No se trata de un animal que quiere ser top model, sino de un cocodrilo que está tan desnutrido que no quiere comer, y si come, intenta vomitar los alimentos.
“Tiene casi un 65 por ciento de desnutrición por falta de comida… es como cuando un humano está en cama, está estresado, débil, no quiere comer aunque le pongan la comida ahí”, informó Eduardo Sacasa, veterinario del Zoológico Nacional.
Durante décadas el cocodrilo vivió en un pequeño estanque ubicado en el parque de Corinto, ciudad porteña a unos 150 kilómetros al oeste de Managua. Esta semana fue trasladado al zoológico para intentar salvar su vida.
En Corinto sufrió hambre y todas las “torturas” que un animal puede sufrir cuando los jóvenes no son educados con conciencia ambiental. Hasta que la alcaldía, el Club de Jóvenes Ambientalistas y el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) decidieron hacer algo por mejorar sus condiciones.
Sin embargo, Sacasa teme que sea muy tarde. “Esperamos a ver si se recupera en las próximas 48 horas (al final de la semana)”, comentó el veterinario.
Por el momento, el Zoológico Nacional intenta recuperar al cocodrilo con suero vitaminado y carne. Pero el trabajo no es fácil cuando un reptil tan fuerte como este se niega a que le ayuden.
“No ha querido comer, le tuvimos que introducir la comida a la fuerza… le introducimos dos pedazos de carne, uno se quedó dentro, el otro intentó vomitarlo”, dijo Sacasa.
Según el veterinario, el cocodrilo entró en un estado de estrés que perdió el apetito, empezó a adelgazar y lo llevó a la anorexia.
Estos dos días serán decisivos para el reptil, pues el veterinario advirtió que “si no se recupera, fallece”.
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