WASHINGTON/AFP
Los Estados miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) pidieron este fin de semana a ambas instituciones que vigilen los efectos de las revoluciones democráticas en el mundo árabe y que estén dispuestos a ayudar si es necesario.
“El impacto económico inmediato de los trágicos acontecimientos en Japón y en algunos países de Oriente Medio y África del Norte merecen una atención particular”, señalaron los 187 países miembros del Fondo en un comunicado de su órgano directivo, el Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI).
“Pedimos al Banco que fortalezca su apoyo a Oriente Medio y África del Norte, trabajando con gobiernos y organizaciones multilaterales, regionales y bilaterales”, añadió poco después el Comité de Desarrollo, la instancia común del Fondo y el BM.
“Un empeoramiento de las condiciones en Oriente Medio y África del Norte podría hacer descarrilar el crecimiento mundial”, advirtió el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick ante el CMFI.
El crecimiento en Egipto será del 2.5 por ciento y el de Túnez del 1.5 por ciento respectivamente, afirmó Zoellick. Eso representa una media de tres puntos por debajo de lo previsto hace tres meses.
“Si los precios del petróleo aumentan fuerte y persistentemente, ya sea por la creciente incertidumbre o una perturbación significativa de la producción petrolera, el crecimiento mundial podría desacelerarse 0.3 puntos porcentuales en 2011 y 1,2 puntos porcentuales en 2012”, advirtió.
El FMI aseguró que está dispuesto a intervenir rápidamente si su ayuda es solicitada. Pero Túnez y Egipto, los principales protagonistas de esas revoluciones no parecen listos por el momento para asumir esa decisión.
En todo caso, “los recientes acontecimientos en partes de Oriente Medio y África de Norte tendrán un impacto social y económico duradero, diferente de un país a otro”, explicó el comunicado del Comité de Desarrollo.
En el seno del FMI subsiste también desde hace meses una polémica sobre si los controles a los flujos de capital son necesarios, y sobre si la entidad debe a su vez monitorear el impacto de esas restricciones.
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