Por Andrea Rodríguez
LA HABANA/AP
Las nuevas generaciones en la isla tienen la obligación de rectificar los errores del pasado, dijo el ex presidente Fidel Castro en una de sus columnas de opinión tras asistir desde su retiro las sesiones del congreso del Partido Comunista de Cuba.
“La nueva generación está llamada a rectificar y cambiar sin vacilación todo lo que debe ser rectificado y cambiado”, dijo el ex mandatario en la columna publicada este lunes por la prensa cubana.
Castro, de 84 años de edad, indicó que había monitoreado las sesiones del evento partidario pero sin hacerse públicamente presente.
“Es deber de la nueva generación de hombres y mujeres revolucionarios ser modelo de dirigentes… Sin duda constituye un difícil desafío en la época bárbara de las sociedades de consumo, superar el sistema de producción capitalista, que fomenta y promueve los instintos egoístas del ser humano”, señaló.
El congreso fue inaugurado el sábado por el presidente Raúl Castro con un discurso en el que destacó la necesidad de reformar la economía y limitar los períodos de mandato de los gobernantes.
Fidel Castro es formalmente primer secretario del Partido, pero desde hace semanas reconoció que a partir de una enfermedad que lo alejó del poder ejecutivo en 2006 tampoco retomó sus funciones partidarias. Raúl Castro ocupa el puesto de segundo secretario
El congreso, que será clausurado el martes, deberá también elegir a la máxima dirigencia y Raúl Castro dijo en su discurso que comenzará un “rejuvenecimiento” en los cargos fundamentales.
Aunque los debates son a puertas cerradas, medios de prensa cubanos comenzaron reportar algunas de las temáticas dominantes en la discusión entre los 1.000 delegados participantes.
La necesidad de hacer obligatorio el uso del contrato formal entre las empresas para lograr un mayor control, la entrega de créditos a personas naturales en especial trabajadores independientes, algo novedoso en la isla; así como la flexibilización de la política tributaria para fomentar el trabajo, acapararon la atención de los delegados.
También se habló de la eliminación de la doble moneda y revisar las limitaciones para la contratación de personas.
Otros de los puntos en el debate ha sido reactivar la industria azucarera, otrora gloria de la isla pero ahora desmantelada, la legalización de la compra venta de casas entre los ciudadanos y flexibilizar las formas de transmisión de propiedad como donaciones o permutas de las viviendas.
Un grupo de los representantes se abocó a las cuestiones relacionadas con el gastos social como la desaparición o no de la libreta de abastecimiento, un mecanismo por el cual los más de 11 millones de cubanos reciben alimentos subsidiados.
Divididos en cinco comisiones los 1.000 delegados al Congreso debatirán 311 lineamientos o puntos de un documento reformulado a partir de otro presentado ante la población desde finales del 2010.