Un poco asoleado y cansado por su primer Vía Crucis acuático por el gran lago Cocibolca, el Obispo de Granada, Monseñor Jorge Solórzano, anunció ayer que la Iglesia católica realizará el próximo primero de julio un ayuno nacional para que los nicaragüenses reciban la luz del Señor y elijan al mandatario que realmente necesita el país.
- Aunque no tiene claro en qué año sus padres comenzaron con la tradición de recibir al Nazareno en su isleta, don Pablo Hernández ya orientó a sus hijos que cuando él muera, ellos deben continuar con la tradición
Vemos que está funcionando la idea del párroco. Se ven resultados (se refiere a la continuidad de la tradición) y ellos saben que deben seguir, indicó Hernández.
Por su parte Pedro Morales, del sector El Paraíso, dijo que con actividades como esta la fe de los católicos de esas zonas se acrecienta porque es un privilegio recibir la imagen, más cuando se ha venido haciendo por generaciones.
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Las declaraciones de Solórzano surgen casi una semana después de que la firma encuestadora M&R Consultores informó que el 47.8 por ciento de la población está dispuesta a respaldar la inconstitucional reelección del mandatario Daniel Ortega.
Según el Obispo, la Iglesia manda a ayunar todos los miércoles y viernes, pero en “circunstancias especiales” se puede hacer uno adicional. En este caso será un viernes y todas las iglesias estarían participando.
VOTAR POR QUIEN HAGA BIEN A NICARAGUA
“Los que no hacen un bien por Nicaragua tenemos que descartarlos. Por eso necesitamos la luz del Señor para elegir a esas personas que realmente nosotros pensamos que van a hacer un bien”, indicó Solórzano.
El nuevo obispo de Granada pidió a la población que no se dejara llevar por las regalías que pudieran estar recibiendo, en clara alusión a los programas gubernamentales que llaman a votar por Ortega.
“La gente tiene que ver y no solo pensar en el momentito que te solucionan el problema. Eso es importante, porque la gente tiene necesidades, pero nosotros tenemos que pedirle al Señor para que además de que resuelvan las necesidades momentáneas nos resuelvan las de mediano y largo plazo”, expresó el líder religioso tras culminar el Vía Crucis acuático.
Solórzano, acompañado de un centenar de feligreses, hizo su primer visita a la zona que hoy continuará tal y como se ha venido realizando desde hace más de 20 años. En la actividad religiosa, los feligreses desde muy temprano se reunieron en el muelle Asese para abordar las lanchas que participaron en el Vía Crucis.
Aunque estaba previsto que iniciara a las 08:00 a. m.., la tardía llegada de una de las embarcaciones atrasó la actividad.
Pero una vez superado el obstáculo, inició al recorrido que duró poco más de dos horas y en el que Solórzano siempre estuvo acompañado de dos sacerdotes, varios miembros de la banda filarmónica y un par de devotos que se encargaron de la logística.
En cada estación el rito se repetía una y otra vez. La familia salía tímidamente de sus viviendas y se reunía alrededor del altar para escuchar las oraciones correspondientes a la estación.
Una vez culminada la oración, recibían las bendiciones del Obispo y proseguían a depositar sus ofrendas que fueron recogidas en una sola lancha, donde además había mangos, jocotes, plátanos, pescado seco y una que otra botella de gaseosa y jugos.
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