El presidente estadounidense Barack Obama anunció este domingo que Estados Unidos mató al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, en una operación especial en Pakistán y agradeció la ayuda de las autoridades de Islamabad.
“Esta noche estoy en condiciones de anunciar a los estadounidenses y al mundo que Estados Unidos lideró una operación que mató a Osama Bin Laden, el líder de Al Qaeda, un terrorista responsable del asesinato de miles de hombres, mujeres y niños inocentes”, declaró Obama desde la Casa Blanca.
Obama dijo en una histórica alocución que él ordenó a las fuerzas armadas de Estados Unidos lanzar un ataque contra un complejo en Pakistán el domingo, siguiendo una pista que emergió en agosto pasado.
“Un pequeño grupo de estadounidenses condujo el operativo con un coraje y una capacidad extraordinaria. Ningún norteamericano fue herido. Ellos tomaron la precaución de evitar víctimas civiles.
“Luego de un tiroteo, ellos mataron a Osama Bin Laden y tomaron su cuerpo en custodia (…) Se ha hecho justicia”, afirmó.
Estados Unidos mató al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, en Pakistán y tiene su cuerpo en su poder, menos de diez años después de los sangrientos atentados del 11 de septiembre de 2001.
Bin Laden, que había cumplido 54 años el pasado 10 de marzo, murió en una operación de fuerzas especiales estadounidenses cerca de la capital pakistaní, Islamabad, dijo.
“Un pequeño grupo de estadounidenses condujo el operativo con un coraje y una capacidad extraordinaria. Ningún norteamericano fue herido. (Las fuerzas especiales) tomaron la precaución de evitar víctimas civiles”, añadió el presidente con rostro sereno pero visiblemente complacido.
Estados Unidos tiene entre sus manos el cadáver de su enemigo, añadió Obama.
La operación arrancó en agosto pasado, cuando el gobierno estadounidense obtuvo una pista certera del paradero del jefe de Al Qaeda.
Antes, incluso del anuncio presidencial, la noticia fue confirmada a la AFP por una alta fuente estadounidense bajo anonimato.
FESTEJOS MASIVOS
Centenares de personas se congregaron rápidamente ante la Casa Blanca en un ambiente de fiesta, y coches en la capital estadounidense hacían sonar los cláxones en señal de celebración, comprobaron periodistas de la AFP.
La muerte del enemigo público número uno de Estados Unidos empujaba a los inversionistas a comprar el billete verde, particularmente bajo en las últimas semanas debido a la decisión del banco central estadounidense (Fed) de mantener sin cambios su política de tasas muy bajas.
[/doap_box]
La muerte de Bin Laden es “una victoria para Estados Unidos”, reaccionó el expresidente George W. Bush (2001-2009), cuyo mandato quedó marcado por los atentados en Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001, que causaron la muerte a cerca de 3,000 personas en Nueva York, Washington y Pensilvania.
Estados Unidos lanzó una rápida guerra en Afganistán pocas semanas después de esos mortíferos atentados, que alteraron todos sus objetivos geoestratégicos en el mundo.
Bin Laden no llegó a ser capturado durante esa guerra, y la caza se transformó en una operación de largo aliento, que movilizó todas las fuerzas de inteligencia estadounidenses.
ALERTA POR REACCIONES
El Departamento de Estado lanzó inmediatamente una alerta para todos los viajeros estadounidenses.
“Dada la incertidumbre y la volatilidad de la situación actual, los ciudadanos estadounidenses, donde recientes acontecimientos podrían provocar violencia antiestadounidense, deberían decididamente limitar sus viajes”, explicó la alerta.
En Washington la euforia era total.
“No he sentido nunca en mi vida una emoción igual”, declaró John Kelley, un estudiante de 19 años en las afueras de la Casa Blanca. “Es algo que hemos esperado durante tanto tiempo”, añadió.
“Enseguida llamé a un amigo cuyo hermano murió el 11 de septiembre”, explicó a la AFP.
BUSH CELEBRA
El expresidente estadounidense George W. Bush saludó la noche del domingo el anuncio de la muerte de Osama Bin Laden, la cual calificó de “victoria para Estados Unidos”, a casi diez años de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Bush, quien inició la “guerra contra el terrorismo” tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York en 2001, dijo que fue informado de la noticia por su sucesor el presidente Barack Obama.
“Lo felicité a él y a los hombres y mujeres de nuestra comunidad militar y de inteligencia que dedicaron sus vidas a esta misión. Tienen nuestra eterna gratitud”, dijo Bush en un comunicado.
El partido islamista paquistaní Jamat-e-Islami advirtió en declaraciones a Efe que el fallecido jefe de la red terrorista Al Qaeda, Osama Bin Laden, “no estaba solo” y opinó que la “guerra” en la región continuará pese a la noticia.
“Osama Bin Laden es el líder de una forma de pensar, no está solo. Es el organizador del régimen más grande del mundo”, aseguró el portavoz del Jamat-e-Islami, Shujat Qamar.
“Creo que la guerra y el enfrentamiento (en la región) continuará” tras la muerte de Bin Laden, añadió el portavoz, que se mostró reacio a celebrar o condenar el anuncio del presidente de EE. UU., Barack Obama, de que el jefe de Al Qaeda ha muerto.
Según Obama, Bin Laden se hallaba en una mansión en la localidad norteña de Abotabad, a unos 60 kilómetros de Islamabad, en una zona montañosa cercana tanto a Peshawar, la capital de la provincia noroccidental de Khyber-Pakhtunkhwa, como a la región paquistaní de Cachemira.
En el noroeste paquistaní y en especial en las áreas tribales que colindan con Afganistán —donde se sospechaba que se escondía el jefe de Al Qaeda— actúan numerosos grupos islamistas sindicados con el movimiento talibán y con la red terrorista Al Qaeda.
El Departamento de Estado norteamericano emitió el domingo un alerta global de viajes a todos los ciudadanos estadounidenses tras la muerte del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, advirtiendo sobre un “aumento potencial” de violencia antiestadounidense.
“El Departamento de Estado alerta a los ciudadanos estadounidenses que viajan o residen en el exterior sobre el aumento potencial de violencia antiestadounidense, dada la reciente actividad contraterrorista en Pakistán”, señaló el departamento en un comunicado.
“Dada la incertidumbre y la volatilidad de la situación actual, los ciudadanos estadounidenses en áreas donde los recientes eventos podrían provocar violencia antiestadounidense son enérgicamente llamados a limitar sus viajes fuera de sus hogares y hoteles, y a evitar reuniones y manifestaciones masivas”, agrega el texto.