WASHINGTON/EFE
La operación del comando de élite estadounidense que acabó con la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, en una mansión en Pakistán se llevó a cabo con una gran precisión y una espectacularidad digna de un guión de Hollywood.
El pistoletazo de salida se recibió el viernes por la mañana, cuando el presidente de EE. UU., Barack Obama, firmó antes de emprender un viaje a Alabama la autorización para que un pequeño grupo de soldados de la Fuerza de Operaciones Especiales de la Marina (SEAL) intentara capturar a Bin Laden, vivo o muerto, según han explicado diversos altos cargos de la Administración.
EMISARIO CLAVE
Seis meses antes, la CIA había conseguido localizar al emisario de confianza de Bin Laden.
De este emisario se desconocía hasta el nombre y se sospechaba que se ocultaba junto a su jefe.
El emisario residía en un complejo valorado en un millón de dólares en Abbottabad, en las cercanías de Islamabad y claramente construido para albergar a un objetivo mucho más valioso que un simple correo: tenía dos puertas de seguridad, espesos muros de seis metros de altura rematados con alambre de púas y el edificio no contaba con conexión telefónica ni internet.
Sus habitantes no guardaban ninguna relación con sus vecinos y quemaban su basura, en lugar de tirarla.
Poco a poco, los agentes de la CIA se convencieron de que quien se encontraba en el interior de la mansión era el propio “número uno” de Al Qaeda.
Obama encabezó no menos de cinco reuniones con su consejo de seguridad nacional para analizar los datos recabados por los servicios de inteligencia.
Las posiciones eran dispares: no era seguro al cien por cien que se tratara del propio Bin Laden, aunque según el consejero de la Casa Blanca para la lucha contra el terrorismo, John Brennan, se trataba de la pista más sólida “desde Tora Bora”, cuando hace diez años EE. UU. tuvo contra las cuerdas al líder terrorista en Afganistán.
El presidente Obama siguió la operación el domingo desde la Sala de Crisis de la Casa Blanca con sonido e imágenes en directo.
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Fue “uno de los ratos de mayor ansiedad en la vida de cualquiera de los que estuvimos allí”, según ha admitido Brennan.
HELICÓPTERO AVERIADO
Los nervios quedaron a flor de piel cuando uno de los dos helicópteros enviados a cubrir la misión sufrió un problema técnico. Pudo aterrizar en el complejo, pero ya no pudo moverse.
El comando entró en la residencia sin tener una idea exacta de lo que iba a encontrar.
Al ser conminados a entregarse, los terroristas optaron por abrir fuego. Según Brennan, el propio Bin Laden utilizó como escudo humano a una de sus esposas, que resultó alcanzada por las balas.
Murieron otros tres varones, identificados provisionalmente como uno de los hijos adultos de Bin Laden; el correo que sirvió para localizar al líder terrorista y al hermano de este. Dos mujeres quedaron heridas.
El comando utilizó el helicóptero que quedaba operativo para abandonar el complejo y llevarse el cadáver de Bin Laden. En total, la operación duró apenas cuarenta minutos.
Todos salieron en un aparato. El otro se quedó en el lugar.
SEPULTADO EN EL MAR
Mientras, el cuerpo de Bin Laden se trasladaba al portaaviones estadounidense Carl Vinson, en el mar de Arabia, donde se prepararon los restos según los ritos islámicos y se les dieron sepultura en el mar, para evitar que su tumba se convirtiera en centro de peregrinación y ante la dificultad de encontrar un tercer país que quisiera aceptar el cuerpo.
Además de la comparación de fotografías, las pruebas de ADN contrastadas con otros miembros de la familia de Bin Laden demostraron al “99,9 por ciento” que se trataba del terrorista.
COMANDO “TEAM 6”
Los SEAL de la Marina de EE. UU. son los comandos mejor preparados de las Fuerzas Armadas más poderosas del mundo, pero solo algunos de sus hombres pueden entrar en el elitista “Team 6”, al que pertenecía el comando que acabó el domingo con Osama bin Laden.
Son la crema y nata de las operaciones especiales, un equipo tan especializado que nadie puede solicitar la admisión: los agentes que lo integran son seleccionados entre lo mejor de lo mejor.
Este exclusivo grupo de militares, que persigue líderes de Al Qaeda desde 2001, ofreció con su misión en las cercanías de Islamabad (Pakistán) nuevo material para avivar la mitificación que les rodea desde su creación, que les ha convertido ya en héroes de multitud de filmes y videojuegos.
PUBLICAR O NO FOTOS DEL CADÁVER
La Casa Blanca estudia si publica o no fotos del cadáver de Osama bin Laden.
En una rueda de prensa ayer en la Casa Blanca, el asesor presidencial para la lucha contra el terrorismo, John Brennan, indicó: “Sólo han transcurrido 24 horas y ya hemos dado a conocer mucha información”.
“Queremos compartir toda la información que podamos para que EE. UU. y el mundo puedan entender lo que ocurrió”, explicó Brennan, quien no obstante precisó: “Lo que no queremos es poner en peligro un resultado tan exitoso como el de esta operación la próxima vez que intentemos capturar a otro” dirigente terrorista.
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