La rejilla o “colador” metálico de la micropresa Los Gauchos falló y aunque las lluvias cayeron hace una semana en Managua, el agua putrefacta y basura de todo tipo permanece estancada en esta presa, que se supone es la protectora de la laguna de Tiscapa.
La micropresa, construida hace más de seis años, recibe las aguas y basura de varios cauces de la capital y su sistema de drenaje que posee un filtro metálico o rejilla que sirve de colador en teoría debe evitar que el sedimento y los desperdicios no lleguen directamente hasta la laguna cratérica.
“Hoy (ayer) anduvimos limpiando la rejilla de la micropresa, porque estaba como atascada con la basura que le ha llegado”, indicó David Castillo, administrador del sitio de la laguna de Tiscapa.
No obstante, a pesar del trabajo que realizaron los obreros municipales, las aguas y la basura de la micropresa no drenaron y continuaron estancadas. Hasta ayer en la tarde, la represa se encontraba a menos de tres metros de llegar a su límite, aun cuando el invierno no comienza.
Esta situación aumenta la vulnerabilidad para Los Gauchos y Tiscapa. Es decir, si vuelve a llover en Managua, la micropresa fácilmente se desbordará y la contaminación llegará más rápido al cuerpo de agua.
PRIMERAS LLUVIAS, AL SUAVE
“Con las lluvias de la semana pasada no llegó tanta basura. Recolectamos quizá menos de cinco metros cúbicos de desechos”, indicó Castillo.
Aunque las lluvias de la semana pasada no fueron fuertes en todo el municipio, el funcionario municipal considera que la cantidad de basura que llegó a Tiscapa fue menor debido a los trabajos preventivos de la municipalidad.
“Nosotros limpiamos casi diariamente un largo trecho del cauce que viene del barrio Jorge Dimitrov, porque de esta manera evitamos que haya más basura en el cauce y que esto no venga directo a Tiscapa”, dijo Castillo.
El trabajo preventivo continuaba ayer enfrente de la micropresa Los Gauchos, donde una cuadrilla de obreros municipales se encargaba de extraer sedimento del cauce.
LE LLEGAN TRES CAUCES
A pesar del trabajo de “carpintería” que se ejecuta en Tiscapa, la laguna sigue recibiendo la contaminación de tres cauces.
Aunque aun no hay ningún plan de desviar los cauces, la comuna paga más de un millón de córdobas al año por la aplicación de un tratamiento con microorganismos que ayuda a disminuir la contaminación en las aguas de la laguna.
Con la llegada del invierno, la laguna de Tiscapa fue cerrada al público en general para disminuir el riesgo sanitario.
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