14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Las grandes concentraciones en la Plaza Juan Pablo II han dejado de ser. Ahora se han trasladado a las calles de Managua, donde interfieren el tránsito vehicular y entorpecen la actividad comercial. Esta práctica continuará sin que nadie la detenga, opinan expertos en urbanismo e historiadores. Fotos LA PRENSA/ Archivo

La capital de las plazas abandonadas

En el lugar hay ahora varios camiones areneros, oficinas y otras instalaciones. Pero en los años ochenta toda esa zona, colindante con la Universidad Centroamericana (UCA), era una enorme plaza llamada 19 de Julio. Los sandinistas la hicieron “en carrera” en 1980 para celebrar el primer aniversario de la Revolución Popular Sandinista, que se celebraría precisamente el 19 de Julio. Tenía una extensión de 112 mil metros cuadrados.

 

En el lugar hay ahora varios camiones areneros, oficinas y otras instalaciones. Pero en los años ochenta toda esa zona, colindante con la Universidad Centroamericana (UCA), era una enorme plaza llamada 19 de Julio. Los sandinistas la hicieron “en carrera” en 1980 para celebrar el primer aniversario de la Revolución Popular Sandinista, que se celebraría precisamente el 19 de Julio. Tenía una extensión de 112 mil metros cuadrados.

Wilmor López, documentalista histórico y cultural, recuerda que la Plaza 19 de Julio era más grande que la Plaza de la Fe “Juan Pablo II” y en ella ocurrieron eventos que tuvieron un gran efecto para Nicaragua, como el recibimiento a quienes participaron en la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización. Allí también habló Fidel Castro y el Papa Juan Pablo II celebró misa en 1983. Hoy ya no existe.

  Así lucía la Plaza 19 de Julio en 1981, cuando era utilizada para las celebraciones del aniversario de la Revolución Popular Sandinista. Desapareció poco después de 1990 y en su lugar ahora hay quioscos, camiones areneros, oficinas y La Nueva Radio Ya.

La importancia de una plaza en una ciudad es semejante a la de una sala en una casa. Es un espacio urbano público, amplio y descubierto donde se celebran grandes actividades de diferentes tipos.

En Managua actualmente hay dos plazas principales, la Juan Pablo II, que mide 27 mil 214.31 metros cuadrados y la conocida como Plaza de la República o Plaza de la Revolución, que está frente a la antigua Catedral de Managua. Una tercera plaza, pero que está en estado de abandono, es la que se conoció como la Plaza de los No Alineados “Omar Torrijos”, cerca de la Asamblea Nacional.

Pero ha surgido una nueva, la que es llamada por algunos como la Plaza del Fraude y por otros como la Plaza de las Victorias.

Lo que ha ocurrido es que los políticos, especialmente el partido gobernante Frente Sandinista (FSLN) y algunos de oposición, han trasladado los mítines políticos de las plazas a las calles de Managua.

La Plaza del Fraude, llamada así por los opositores, o de las Victorias, por los sandinistas, está ubicada en la Carretera a Masaya, en la parte que es atravesada por la pista “Cardenal Obando”, una zona altamente comercial y una de las arterias principales de la circulación vehicular en la capital.

Estas nuevas prácticas de concentrar a la población por parte de las políticos se han ampliado a las rotondas y otras calles, convirtiendo a Managua en una enorme plaza.

Los efectos colaterales se dejan sentir en la ciudadanía, que en los días en que se producen los mítines la circulación vehicular se vuelve “un dolor de cabeza”. Quienes andan a pie no saben por dónde se van a desviar los buses del transporte colectivo, y quienes andan en vehículo, pasan hasta horas haciendo filas en las vías alternas o no saben por dónde desviarse para evitar meterse en un atolladero.

El colmo del FSLN

es que ya no solo para actividades políticas manda a cerrar la Carretera a Masaya y las vías aledañas, sino que también para transmitir a través de una pantalla gigante los juegos del fútbol español entre los equipos Real Madrid y Barcelona, se queja Eduardo Fonseca, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Nicaragua.

1304812083_202-DOM-Plaza11

Cada vez que hay actividad política en la zona de Metrocentro y la llamada Plaza del Fraude o de las Victorias, muchos son los negocios que cierran. El hotel Hilton Princess muchas veces ve cómo sus clientes escapan a otros para evitar la bulla y el desorden que provocan las concentraciones políticas, explica Fonseca.

“Nosotros creemos que en Managua hay suficientes sitios donde hagan sus actos y no van a perjudicar a nadie. Aquí (Carretera a Masaya) no es una plaza, es una arteria principal de Managua”, expresa Fonseca.

Mientras Fonseca afirma que la economía del país se ve afectada por las concentraciones políticas en las calles de Managua, Luis Barbosa, líder de la Central Sandinista de Trabajadores (CST) dice lo contrario, pues considera que la economía se dinamiza porque “los trabajadores por cuenta propia”, como vendedores de agua helada o helados Eskimo, ven un aumento en sus ventas.

¿Por qué los empresarios nos van a decir dónde hacer nuestros actos?, se queja Barbosa, quien el pasado 29 de abril organizó el acto en donde el presidente Daniel Ortega celebró el Día de los Trabajadores e hizo propaganda política para su reelección anunciando un aumento del bono solidario.

“En este país podemos usar cualquier lugar para reunirnos los trabajadores”, alegó Barbosa.

El diputado sandinista Gustavo Porras ya había señalado que el Frente Sandinista se apropiaría de las calles de Managua. En enero del 2009 hizo a un llamado a los sandinistas a no dejarse arrebatar las calles, “porque son nuestra forma natural de lucha, con estas luchas es que hemos podido llegar hasta donde estamos, hay que continuar adelante”.

“El día que le dejemos a la derecha las calles, ese día tenemos que recordar a Salvador Allende, lo que le pasó durante dos días a Hugo Chávez, la masacre de Pando en Bolivia, porque si la derecha se toma las calles, la derecha es asesina por naturaleza”, dijo Porras.

La realidad es que

las calles de Managua no están capacitadas para albergar grandes concentraciones de personas, porque se produce un caos vial. El exalcalde de Managua, Dionisio Marenco, lo admite, pero prefiere no comentar la situación. Otros expertos en urbanismo también evitan opinar sobre el tema.

El arquitecto Mario Barahona, quien en los años 90 fue designado para diseñar la Plaza Juan Pablo II, considera que tradicionalmente las calles también han servido para las concentraciones políticas. “Las calles en muchos países con frecuencia son utilizadas para eso”, dice Barahona, quien opina que lo que sí debe hacer es que la Policía de Tránsito debe regular correctamente el tráfico.

La también arquitecto Auxiliadora Reyes considera que el espacio ideal para las grandes concentraciones son las plazas, pero señala que también en las calles se pueden realizar marchas. “La vía pública es la vía pública”, dice.

Reyes también manifiesta que la Alcaldía y especialmente la Policía de Tránsito deben indicar con anterioridad a la población por dónde desplazarse con mayor tranquilidad por las calles de Managua cuando ocurren las grandes concentraciones. La experta en urbanismo señaló que las grandes concentraciones no se producen solo por eventos políticos, sino también culturales y de otra índole.

El historiador Roberto Sánchez va más allá al decir que no existe ningún impedimento legal para que las calles de Managua no sean utilizadas como plazas, específicamente el sector conocido como Plaza del Fraude o de las Victorias.

Ningún partido político o algún otro tipo de organismo está impedido de realizar concentraciones y si hay personas o empresas que se sientan afectadas por este tipo de eventos, deben plantear las afectaciones ante las autoridades correspondientes, señala Sánchez.

Eduardo Fonseca, de la Cámara de Comercio de Nicaragua, asegura que de manera infructuosa ha enviado la inquietud a la Presidencia de la República. “Las quejas (de los comerciantes) son frecuentes”, señala Fonseca.

HAY QUIENES

consideran que el FSLN ha dejado de utilizar las plazas para que en lugares más pequeños se aprecie mejor la masa de simpatizantes sandinistas que acuden a escuchar los discursos del presidente Daniel Ortega. Otros señalan que el FSLN quiere alejarse de todo aquello que recuerde el pasado y atraer también a la juventud.

Para Wilmor López se trata de la modernidad del FSLN, que ha cambiado los colores, el tipo de letras y otros aspectos en sus propagandas.

Por ahí podría ir también el hecho de que el FSLN ha abandonado las plazas para tomarse las calles de Managua.

“No es cierto, nosotros los sandinistas nos sentimos orgullosos de la Plaza de la Revolución”, dice Luis Barbosa.

El exalcalde de Managua, Roberto Cedeño, mandó construir una fuente luminosa en el centro de la Plaza de la Revolución o de la República. Pero al retomar el poder el presidente Ortega, mandó quitar la fuente supuestamente para que se recuperara la Plaza de la Revolución.

La esperanza es que las plazas no se pierdan, considera López, porque en cada ciudad siempre debe haber una plaza que la embellezca y sea un lugar de referencia histórica, política y cultural.

DESDE LA ÉPOCA COLONIAL,

las ciudades en Nicaragua se trazaron conforme el sistema del cuadrante. O sea, lo que también se denominaba manzanas y los espacios entre una y otra manzana se llamaban cuadras. Las plazas ocupaban el centro de las ciudades o de los grandes barrios. Lo que se llamaba la Plaza Mayor tenía a su alrededor la iglesia o parroquia, el cuartel militar, las autoridades municipales y el mercado o tiangue. La plaza servía para la lidia de toros durante las fiestas patronales, con el tiempo se construyeron los parques, explica Roberto Sánchez.

Donde ahora es la Plaza de la Revolución, en la época colonial funcionaba un tiangue, donde las mujeres aborígenes de Managua intercambiaban productos con las que venían de San Francisco Libre o de otras partes a través del Lago Xolotlán.

Hubo un tiempo en que al lugar se le llamaba Plaza del Cacique Tipitapa. El 24 de julio de 1946, el presidente Anastasio Somoza García construyó la Plaza de la República. Esta es la plaza principal del país y fue aquí donde el 20 de julio de 1979 entraron triunfantes los comandantes sandinistas luego de derrocar con la ayuda del pueblo a Anastasio Somoza Debayle, hijo de Somoza García.

La plaza quedó bautizada con el nombre de Plaza de la Revolución. Wilmor López recuerda que fue en esta plaza donde se dio el banderillazo inicial para que comenzara la Cruzada Nacional de Alfabetización y donde se celebraron los primeros aniversarios de la Revolución Sandinista.

Antes de existir la Plaza de la Revolución, Somoza utilizaba como plaza a la explanada de Tiscapa. “Este sitio también servía para los desfiles escolares y allí hasta se construyó la Tribuna Presidencial o Monumental”, recuerda Roberto Sánchez.

Porfirio García Romano, en un escrito publicado en El Nuevo Diario, afirma que varios sucesos atentaron en su momento en contra de la Plaza de la Revolución, uno de ellos fue el traslado de las funciones de celebración central a la hoy desaparecida Plaza 19 de Julio.

Otros hechos y nominaciones que atentan contra la presencia de la histórica Plaza son la juramentación de los presidentes a partir de Violeta Barrios de Chamorro en otros sitios y la instalación de la fuente luminosa.

Aunque la fuente luminosa ya desapareció, la Plaza de la Revolución aún no es utilizada con frecuencia por Ortega. En estos momentos la Alcaldía de Managua está presupuestando ocho millones de córdobas para hacerle mejoras en la infraestructura y así esté disponible para cualquier evento.

EN 1933 LOS TERRENOS

que ahora incluyen parte de la UCA, la nueva Radio Ya y el local donde se ubican los camiones areneros eran parte de una finca que estaba a nombre de Feliciana Bermúdez Gutiérrez y Emilio Bermúdez. En 1946, Bertha Bermúdez vendió los terrenos a Anastasio Somoza García, escribió el periodista Mario Mairena.

Los hijos de Somoza García donaron parte de los terrenos a la UCA y el resto, cuando triunfaron los sandinistas en 1979, fue confiscado.

Fue en esos terrenos donde se construyó la Plaza 19 de Julio, que ahora ya no existe porque después de 1990 los terrenos fueron adjudicados a diferentes personas, entre ellos a un grupo de payasos que tenían un circo en el lugar.

Otra plaza había surgido durante la época de los sandinistas. La Plaza Carlos Fonseca, ubicada frente al lago Xolotlán. Esta plaza después llegó a ser la Plaza de la Fe “Juan Pablo II”, que a principios de los años 90 llegó a considerarse como la más grande de Centroamérica.

Allí fue donde el Papa Juan Pablo II ofició misa durante su segunda venida a Nicaragua, en 1996, invitado por la presidenta Violeta Barrios de Chamorro.

Tanto la Plaza de la Fe como la de la Revolución son las principales del país. Wilmor López considera que ahora son menos utilizadas que antes debido a que se ubican en un lugar catalogado como peligroso, cerca del malecón de Managua. López añade que la vida de la capital va cambiando y se abren nuevos escenarios, como la Plaza del Fraude o de las Victorias.

Esta supuesta plaza de las Victorias cobró protagonismo durante las elecciones municipales del 2008. En el lugar donde ahora se levanta un monumento al boxeador tricampeón mundial y exalcalde de Managua, Alexis Argüello, es donde el candidato liberal Eduardo Montealegre y miembros de la sociedad civil concentraban a sus simpatizantes, frente al Hilton Princess.

La dirigencia del FSLN no estaba contenta con que la oposición se hubiese hecho de ese lugar como punto de concentración, y por ello fue que cuando Argüello, candidato sandinista, obtuvo la Alcaldía de Managua, la celebración se realizó en ese punto y le denominaron Plaza de las Victorias.

La oposición denunció que se había cometido fraude para que el FSLN ganara la Alcaldía de Managua, y por ello denominan como Plaza del Fraude, a lo que los sandinistas llaman de las Victorias.

Los historiadores y expertos en urbanismo señalan que la esperanza es que las plazas no se pierdan, a como ocurrió con la Plaza 19 de Julio, pero mientras quedan en el olvido, el sandinismo está empecinado en continuar ocupando las calles de Managua para reunir a sus simpatizantes, aunque se siga obstruyendo el tráfico vehicular de la capital.

La Prensa Domingo capital plazas archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí