Associated Press
Ahora que Arnold Schwarzenegger planea su regreso a Hollywood, en cierta forma recuerda al joven austriaco que llegó a California hace muchos años: Soltero y ajeno a la política.
Ahora con 63 años, es más viejo y aunque está en muy buena forma física, no es tan musculoso como en los días de Conan el Bárbaro . Aún así, el nuevo capítulo en su vida hace recordar la primera vez que el fisicoculturista intentó —y consiguió— incursionar en Hollywood.
Schwarzenegger finalizó sus siete años como gobernador de California en enero. El lunes, él y su esposa de 25 años, Maria Shriver, anunciaron que se habían separado.
A menos que afloren detalles escabrosos, la separación no va a tener efecto alguno en la relanzada carrera de Schwarzenegger. Después de todo, se trata de Hollywood, no de política, donde ganar elecciones usualmente requiere tener una esposa al lado.
Al separarse simultáneamente de su esposa y de la política, Schwarzenegger refuerza la noción de que está entrando en una nueva fase. En una declaración, él y Shriver la calificaron de “un tiempo de gran transición personal y profesional para nosotros dos”.
Cambiando ya sus predios de Sacramento a Hollywood, Schwarzenegger ha encontrado que el mundo del espectáculo está feliz de tenerle de regreso.
YA COMENZÓ
El exgobernador está realizando una serie televisiva de animación, The Governator, con el famoso creador de historietas Stan Lee. Planea además interpretar a un entrenador de caballos en el drama Cry Macho del productor Albert Ruddy ( El Padrino, Million Dollar Baby ). Además ha anunciado su interés en el papel de un alguacil fronterizo en The Last Stand , de Kim Ji-woon.
“No tengo deseos de aspirar un cargo público”, dijo Schwarzenegger en una entrevista con The Associated Press el mes pasado. “Lo que me importa ahora es el mundo del espectáculo”.
Muchos sin dudas esperan el regreso de Schwarzenegger al cine. El austriaco es una de las más populares estrellas de acción de todos los tiempos, una posición que actores más jóvenes no han conseguido alcanzar. Sus películas han recaudado más de 1.600 millones de dólares en Estados Unidos.
La última vez que protagonizó una cinta fue en el 2003, Terminator 3: La rebelión de las máquinas , que muchos consideraron una cinta menor en comparación con el resto de la franquicia. Un mes después de que fuese estrenada, Schwarzenegger anunció en un show de tertulia nocturno que se presentaría a las elecciones de gobernador de California.
“Luego de tanto tiempo fuera de las pantallas, la gente está ansiosa por ver qué va a hacer ahora”, dijo Paul Dergarabedian, analista de taquilla para Hollywood.com. “Fue uno de los astros más grandes del cine en el mundo. No va a regresar discretamente”.
PULL OUT
SHRIVER CUMPLIÓ COMO ESPOSA
Maria Shriver tuvo que dejar de ser periodista cuando su esposo Arnold Schwarzenegger decidió pasar de la actuación a la política, el ámbito en el que creció ella.
El “trabajo” de esposa del gobernador de California, que implica más bombo que política, no fue algo fácil de adoptar para una feminista con grandes ambiciones, que había trabajado como periodista en las cadenas CBS y NBC para lograr una identidad independiente a la de su familia demócrata, integrada por los Kennedy y los Shriver.
Su nuevo papel no era necesariamente codiciado, pero logró apropiarse de él.
“¿Están bromeando? Esa no soy yo, ¡no crecí queriendo ser una primera dama o nada por el estilo!”, escribió en su libro del 2008 Just Who Will You Be? al respecto de sus emociones luego de que su esposo fue electo en el 2003, tras un proceso que revocó el mandato al exgobernador Gray Davis. “Pero ahí estaba y no tenía idea de qué hacer”.
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