Muchos cuestionan las encuestas cuan do no les favorecen, pero las aprueban cuando les conviene a sus candidatos. Las encuestas tenemos que verlas comparando las tendencias y su comportamiento en el tiempo. La encuesta de candidatos que midió a don Fabio por primera vez fue de M&R en junio 2010 posteriormente se realizó otra en septiembre y diciembre. En abril de 2011 es la más controversial. Los resultados de esta fueron: 47 por ciento para el comandante Daniel, el 12.8 por ciento para don Fabio, a la vez 5.9 por ciento para don Arnoldo, el 1 por ciento para el ALN. La oposición sumó un débil 18 por ciento, lo sorprendente de esta consulta fue el “inusitado bajón” de los candidatos opositores al descender a su piso más bajo desde junio 2010. Mientras don Daniel ubicado en palco “ve los toros de largo”. LA PRENSA en su editorial del 25 de abril de los corrientes, señala “realmente, ya sea que el 47 por ciento de intención voto que obtuvo Daniel Ortega se calcule sobre la totalidad de los lectores, o solo los que no están decididos a votar, en ambos casos Ortega tiene una gran ventaja sobre sus competidores”. Lo más preocupante es que los indecisos que bajaron de 51 por ciento de junio a 31 por ciento en abril del 2011 en un 7 por ciento se pasaron al campo de Ortega. Esto debe ser una campana de alerta para todos los partidos.
La pregunta es: ¿Qué realmente pasó? Nos interesa saber no “los que dicen los que hacen opinión pública” sino “los que hacen pública su opinión” estos son los indecisos, los que llaman a las radios y los que están principalmente en las áreas rurales. Los que Pablo Antonio Cuadra llamó “Juan Pueblo”. Estos ciudadanos están hastiados de cúpulas políticas, de sus confrontaciones públicas y de los pleitos de las diputaciones. Fue la razón por la cual castigaron duramente a la oposición por parejo adjudicándole un porcentaje tan bajo que rompió todos los pisos de las corporaciones políticas de oposición.
En la empresa Dimecosa hemos llevado un monitoreo de la confrontación durante los tres primeros meses del 2011, que señala que el 72 por ciento de la GRP político en TV se ha dedicado a las “broncas entre la oposición”, esto se suma al 58 por ciento de pulgadas cuadradas en las coberturas políticas de los medios escritos, lo que resulta exagerada y rebasa todo “standard”. En abril los pleitos por la escogencia de diputado, estas cifras se incrementaron. Para evitar la negativa propagación del escándalo propongo producir una real estrategia de “tregua política” firmada por todos los candidatos. Como decía Rubén: “Paz hermano Francisco”.
Mi tesis es que una vez escogidos los diputados y se presenten los programas de gobiernos para mediados de junio, los candidatos de la oposición tendrán un incremento favorable pescando del 47 por ciento de Ortega y de los indecisos.
En esta elección las diputaciones han tomado una importancia muy sobresaliente consideramos que es porque existe la correcta percepción que las elecciones presidenciales se las va a “robar don Daniel” y/o porque hay conciencia que el congreso es importante para que no cambie la constitución.
Lo interesante es que tendremos por primera vez es un verdadero “voto cruzado” que no había existido en elecciones nacionales. En todas las elecciones pasadas los diputados sacaban aproximadamente los mismos porcentajes que la “fórmula presidencial”. En estas elecciones la población se comportará muy diferente. Los análisis de Dimecosa predicen que la fórmula del PLC obtendrá un porcentaje más alto porque los diputados en su gran mayoría son los mismos; en la ALN los diputados tendrán un porcentaje mucho más alto que la propia fórmula, por el factor de rostros diferentes. El FSLN es muy vertical y la fórmula y los diputados, tendrán el mismo porcentaje. La gran incógnita es la UNE-PLI, ya que no han dado a conocer sus candidatos a diputados. Si analizamos sus “criterios de selección”, agregado a esto la solicitud de un currículum les será algo difícil a varios repetir. Si hay caras nuevas dará un gran empujón a don Fabio, de lo contrario los diputados estarán muy por debajo y le será difícil al UNE- PLC tener un buen porcentaje en la Asamblea.
El punto negativo es que los cambios de partido a otros porque no se obtuvo una diputación “impacta negativamente” en los indecisos, que al final se vuelven decisivos y hoy los diputados se convierten en indispensables. Concluyo que por todas estas circunstancias la oposición debe de suscribir una “tregua política” de sus confrontaciones a la mayor brevedad, si no, tendremos a Daniel por largo tiempo.
El autor es economista
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