Ayer en la capital se registraron dos asaltos cuantiosos en vía pública contra funcionarios administrativos de dos empresas, dejándoles afectaciones cuantiosas.
Los delitos fueron cometidos por sujetos a bordo de vehículos con pocas horas de diferencia y en diferentes lugares. Uno es investigado por la estación Dos de Policía y el primero por la estación Uno.
Uno ocurrió a las tres de la tarde en el barrio Acahualinca, de casa Pellas tres cuadras arriba y dos al lago.
Jonifer Obregón Solórzano, de 28 años, gerente administrador de la empresa chatarrera Sofesa, conducía el jeep verde 4×4 placas M084-514.
Según dijo a la Policía, había salido de una sucursal bancaria cerca de Linda Vista y se dirigía a la empresa en la dirección antes señalada.
Fue ahí donde lo interceptó una camioneta con unos sujetos que le apuntaron con armas de fuego y le indicaron que se detuviera.
Al mismo tiempo llegó al lugar un motorizado que también le interceptó el camino.
Obregón en su vehículo era acompañado por Jadder Pilarte canales, de 22 años. Ninguno de los dos pudo hacer nada por temor a que los delincuentes acabaran con sus vidas.
El gerente manifestó que fue despojado de 236 mil córdobas y que los tipos inmediatamente se dieron a la fuga.
El atraco ocurrió a pocas cuadras de la estación Dos de Policías, cuyos oficiales llegaron de inmediato al ser avisados.
El dinero era para pagar a algunos proveedores, según indicó el afectado a la Policía.
OTRO
El otro asalto ocurrió casi a la una de la tarde, cerca de la rotonda Güegüense.
Carlos Manzanarez supuestamente es el asaltado y labora para una empresa constructora.
Este había salido de una sucursal bancaria en las inmediaciones de la rotonda El Güegüense y fue asaltado cerca de la Empresa Nacional de Puertos en el sector de Bolonia.
Según el afectado, en el lugar unos sujetos a bordo de un vehículo lo persiguieron e interceptaron, derribándolo de su moto.
Aun en el suelo lo agredieron y le arrebatan un bolso que contenía más de 300 mil córdobas.
Hasta anoche la Policía de los distritos respectivos que investigan los casos no tenían ningún detenido y seguían ampliando las investigaciones en dichos lugares.
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