La primera dama Rosario Murillo sería la gran vencedora en la disputa que sacó a Lenín Cerna del cargo de secretario de Organización del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), dijo ayer la diputada Mónica Baltodano.
Para la legisladora del Movimiento por el Rescate del Sandinismo, y exmilitante del FSLN, Murillo estaría ganándole una batalla a la vieja guardia del partido en el Gobierno.
“Ganó Rosario Murillo porque logró establecer el control absoluto de la organicidad del FSLN. Ya no hay ninguna democracia, no funciona el congreso, la Asamblea Sandinista ni los órganos departamentales. Lo que funciona son las órdenes verticales sobre las que no se acepta ningún tipo de cuestionamiento. Las figuras de lo que se puede llamar ‘vieja guardia’ tienen de por sí un peso específico que los vuelve peligrosos para ese control absoluto (de Murillo)”, analizó Baltodano.
Cerna, exdirector de la Seguridad del Estado en los años ochenta del siglo pasado, habría perdido una disputa ante Murillo y Néstor Moncada Lau, secretario personal del presidente Daniel Ortega.
El coordinador de la bancada FSLN, Edwin Castro, confirmó el jueves que Cerna perdió su cargo en el partido.
El nuevo secretario de Organización es el propio presidente Ortega, confirmó Castro en breves declaraciones.
Castro, sin embargo, calificó como una “novela” la supuesta batalla que estaría desarrollándose en el FSLN.
Baltodano cree que Murillo está ganando el combate en este año electoral, en el cual el FSLN es favorito de acuerdo con las encuestas.
“El tendido electoral que dependía de Cerna debe de estar siendo atendido por nuevas figuras más grises, que no le cuestionen ninguna orden a la primera dama. Ellos cuentan con gente experimentada y disciplinada, retirados del Ejército, de la Policía, con los que mandar el tendido electoral y sustituir a quien no se les subordine sin chistar”, valoró Baltodano.
“La salida es la ruptura de viejas contradicciones entre Cerna y la primera dama. Esta impulsó desde el 2007 una estructura fuera del control de Cerna y mantenían contradicciones entre sí”, concluyó Baltodano.
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