Con el anuncio de la producción de algodón en 2,800 manzanas de tierra, el presidente Daniel Ortega trajo un nuevo fantasma heredado por el dictador Anastasio Somoza Debayle: el deterioro ambiental de los suelos y el agua.
Según el especialista en temas de medio ambiente, Felipe Ortiz, la experiencia ambiental del cultivo de algodón no es grata.
“¿Y por qué mejor no siembran frijoles?”, se preguntó Ortiz.
Según el especialista, el frijol es un producto menos agresivo ambientalmente que el algodón, y la gente lo necesita.
“¿Quién come algodón? Nadie. Y aquí, frijoles come todo el mundo, ayudás con lo del empleo, y resolvés lo de la seguridad alimentaria, que tanto preocupa al Gobierno”, comentó Ortiz.
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Nicaragua arrasó bosques del litoral Pacífico y contaminó agua y tierra, para sembrar 310,000 manzanas de algodón en la época de Somoza. Las 2,800 hectáreas que pretende Ortega no alcanzan para llamar “extensivos” sus planes, pero la aspiración es alcanzar las 20,000 hectáreas.
Ortiz dijo que en cualquier caso, las 2,800 hectáreas necesitarán maquinaria para cultivarse. Esto se traduce en erosión del suelo, liberación de gases de efecto invernadero, y un probable cambio de uso de suelo.
Pero hay más. “La experiencia que hay es que metían 30 a 32 fumigaciones diarias en los cultivos… es imposible que no sea un problema ambiental porque estás alterando la estructura y microfauna del suelo, son 2,800 manzanas que no vas a cultivar a mano”, expresó el experto.
El problema va más allá. Ortiz mencionó que el trabajo con el algodón no se limita a transformar motas en tela. “A las semillas se les extrae el aceite, se necesitan extractores de aceite y eso trae impactos negativos al medio ambiente. También puede ir a alimentos para ganados”, afirmó.
Sobre la zona adecuada para sembrar algodón, Ortiz mencionó que no hay otra que el Pacífico ya que tiene planicie, agua y facilidad de transporte.
El problema con esto es que si se elige la zona de Occidente se contaminarán la tierra y el agua más de lo que ya está y si se cultiva en otro lugar habrá nuevas tierras contaminadas.
RECOMENDACIONES
Por su parte, el ecólogo Jaime Incer, dijo que hay que evitar repetir los errores del pasado.
Incer, quien también es asesor de Ortega para asuntos ambientales, dijo que el monocultivo trae sequía, erosión y polvareda.
El experto mencionó que el daño ambiental podría reducirse si no se despalan árboles para sembrar nuevamente algodón, ni se apliquen pesticidas en grandes dosis.
Sobre los pesticidas, Ortiz comentó que el mayor problema en Nicaragua es que los pesticidas no se aplican en base de la necesidad de las plantas sino de la existencia en el mercado.
Incer recomendó que en lugar de aplicar pesticidas se use el control biológico contra las plagas.
En cualquier caso, según Incer, debe consultarse al Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena).
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