El juez Sergio Amador Perezalonso, del Juzgado de Audiencias de Tipitapa, absolvió el pasado miércoles a dos de los acusados por el homicidio de Juan Pastor Sobalvarro, ocurrido el 9 de octubre de 2010.
Sobalvarro realizó esas aseveraciones por la forma en que se encontró el cadáver, ya que indicó que no hubo violencia y el cuerpo de su progenitor no presentaba ningún golpe.
El dictamen del forense determinó que la causa de la muerte fue asfixia, pero Sobalvarro aseguró que los autores actuaron con profesionalismo.
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Los familiares de la víctima de 78 años, padre de Oscar Sobalvarro, comandante de la Resistencia Nicaragüense, conocido como “Rubén”, aseguraron que apelarán la decisión del juez que dejó en libertad a Luis Alberto Reyes Castro, alias “El Chaparro” y Francisco Antonio Aráuz Meza, alias “Pirulino”, dos de los cuatro señalados de haber perpetrado el crimen.
La falta de pruebas y la ausencia de testigos fueron los argumentos que dieron pauta para que el juez dejara en libertad a los imputados.
“No vamos a dejar impune el crimen de mi papá. No se investigó a la empleada doméstica y tampoco se capturó a otro de los asesinos”, dijo Marcia Sobalvarro, hija de la víctima.
Marcia aseveró que Carlos Manuel Huete, alias “Casi Loco”, quien tiene orden de captura y es otro de los presuntos implicados en el homicidio, está prófugo y tiene una relación de parentesco con la empleada doméstica, a quien señalan de haber dado información a los criminales sobre el dinero y los objetos de valor que estaban en la vivienda del ahora occiso.
MÁS PRUEBAS
“Consideramos que la Policía pudo hacer más, se necesitaban más pruebas y la captura de los cuatro homicidas. Ya habían soltado a uno que estaba acusado de robo agravado igualmente por falta de pruebas”, detalló.
Marlon David Ramírez Acevedo, alias “La Chancha”, también fue puesto en libertad en días anteriores, a pesar que era señalado de haber sido cómplice del homicidio.
Los hijos y nietos del anciano lamentaron que la empleada doméstica no fue investigada por la Policía y tampoco fue citada al juicio que se realizó a puertas cerradas en el Juzgado de Tipitapa.
Las investigaciones que realizó la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) de la Policía Nacional indicaban que Francisco Aráuz y Luis Alberto Reyes ingresaron por la cocina de la vivienda del anciano, luego forcejearon con él, le amarraron las manos y Aráuz lo asfixió con una sábana que colocó en su rostro.
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