En algunos barrios de Managua se registra el resurgimiento de grupos en riesgo o pandillas. Este caso ocurre en algunos barrios del Distrito Dos de la Policía, reconoció el jefe de ese sector, comisionado mayor William Dávila.
Uno de esos barrios donde ocurre esto, según Dávila, es el barrio Rafael Ríos, además de la situación de enfrentamientos a balas y amenazas a través de volantes en el barrio Cristo del Rosario.
Dávila señaló que en el Rafael Ríos existen dos grupos que han resurgido pese a que con trabajo realizado junto a los llamados Consejos del Poder Ciudadano (CPC) y la Dirección de Asuntos Juveniles de la Policía los habían logrado pacificar.
En materia de aplicación de la ley no podés distinguir entre amigos y enemigos, dijo el funcionario del Cenidh, tras señalar: Si eso está pasando no es nada sano, podría tener consecuencias insospechadas para la comunidad, manifestó Carrión.
Recordó Carrión que en todo lo que ha sido la violencia política, la Policía Nacional ha sido partícipe, porque ha sido omisiva (…) cuando los opositores son atacados por los grupos progubernamentales.En los barrios es mucho más peligroso, porque un grupo de familia que tenga tantos detenidos y miran que hay otros que deberían estarlo, por supuesto no solo divide a las familias, es un caldo de cultivos para más violencia, indicó.
[/doap_box]
“Un día de estos se volvieron a destapar, salió uno lesionado”, manifestó Dávila, quien apuntó que para darle seguimiento a este problema en los barrios necesitan recursos y no los tienen. Menciona por ejemplo el impulso de una liga deportiva como una alternativa, pues “te garantiza por lo menos sábado y domingo, a veces no tienen trabajo, tienen más tiempo ocioso para hacer otra cosa”.
A criterio del jefe del Distrito Dos, el resurgimiento de los grupos juveniles es cíclico, “porque la verdad es que mientras hay jóvenes que ya se reintegraron, que ya tienen hijos, que lograron establecerse, se salieron, hay chavalos que vienen creciendo y son los que vienen reactivándose”.
RELEVO GENERACIONAL DE PANDILLAS
David Silva, presidente del Centro de Estudios de Seguridad Ciudadana de Nicaragua, coincide con Dávila en el resurgimiento de estas agrupaciones y es por ello que estima que se deben adecuar las políticas públicas para dar atención a ese relevo generacional.
“Sí, hay una reactivación. Se llegó a un momento en que los grupos juveniles en Nicaragua estaban prácticamente controlados, pero qué ha pasado, se dejó de atender a los grupos generacionales y ‘Los Come Muertos’ siguen apareciendo en los periódicos, pero son familiares de familiares, de los que fundaron ‘Los Come Muertos’, no son los mismos”.En esto, apuntó Silva, no ha habido una política institucional que permita obtener los suficientes recursos para atender a estos relevos y las organizaciones de la sociedad civil que abordaban el tema tampoco tenían la capacidad para continuar con este tipo de trabajo.
Jenny Leiva, de la Fundación Nicaragua Nuestra, coincidió con ambos en cuanto a que quienes están en estas agrupaciones juveniles es “el relevo generacional, los pequeñitos que ven como héroes a los pandilleros y quieren ser eso”.
“Ves a los pequeños jugando roles como enrollando un churro o porque me caes mal te tiro piedras. Creen que la situación más bonita es estar en la esquina sin hacer nada, vagabundear todo el día y utilizan los mismos nombres de los grupos anteriores”, expresó Leiva.
Entre los barrios donde trabaja la Fundación Nicaragua Nuestra está el barrio Cristo del Rosario, donde familiares del llamado grupo de “Los Cholos”, denunciaron la supuesta discriminación existente en su contra porque familiares de las otras agrupaciones están supuestamente integradas a los llamados Consejos del Poder Ciudadano (CPC).
La fundación trabaja con todos los actores sociales en los territorios, pues “nosotros no tenemos distingos políticos, ni religiosos, aceptamos a todos los líderes comunitarios y fortalecemos ese liderazgo bajo la bandera de que no hay distingos para nadie y que trabajamos en pro de la convivencia pacífica”.
Según la funcionaria de la Fundación Nicaragua Nuestra, desde un inicio les plantean a los integrantes de estos grupos “que no los apañamos en ningún delito cometido, estamos a favor de la ley”. Y es por ello que buscan fortalecer la relación comunidad y Policía.
Leiva indicó que en ese barrio únicamente trabajan con las agrupaciones de “Los Miami Boys”, los del “Chilamate” y de la “Calle Ancha”. Sobre los motivos por los cuales no incluyeron a “Los Cholos”, Leiva explicó: “Lo que pasa es que nosotros no trabajamos con ese grupo de ‘Los Cholos’ porque como vos decís (en la publicación de ayer) está visto por la Policía como grupo delincuencial”.
Ver en la versión impresa las páginas: 5 A