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Perú entre el odio y el miedo

Perú va mañana a una crucial elección presidencial, para escoger entre la candidata populista de derecha Keiko Fujimori, y el populista y nacionalista de izquierda, Ollanta Humala. Se trata de una elección más angustiosa que la anterior, de 2006, cuando el socialdemócrata Alan García se impuso en segunda vuelta al mismo Ollanta Humala; y mucho más que la de 2001, cuando Alejandro Toledo le ganó también en segunda ronda electoral al actual presidente Alan García.

Es que en esta ocasión los peruanos no solo están ante el dilema y la obligación de escoger el menor de dos males, lo que parece ser el destino político de la mayor parte de los pueblos de América Latina y el Caribe. La elección de mañana será entre el cáncer y el sida, según lo expresara dramáticamente el laureado escritor peruano Mario Vargas Llosa, cuyas columnas de opinión política y cultural se publican cada quincena en la sección Domingo de LA PRENSA.

Por lo que la experiencia de la elección de Perú tiene que ver con la situación actual de Nicaragua, es necesario señalar que los políticos democráticos peruanos son los culpables de que su pueblo tenga que decidir mañana, como lo advirtiera un columnista peruano, entre el odio al fujimorismo, que para muchos representa la candidatura de Keiko Fujimori, y el temor al populismo de izquierda que personifica Ollanta Humala. De Humala, por sus antecedentes personales, su formación ideológica y su afiliación política, se teme que podría alinear a Perú con el chavismo venezolano, que saque al país del camino del crecimiento económico y la creciente aunque lenta prosperidad social que se ha logrado bajo los gobiernos democráticos, y que atente contra las libertades públicas y derechos individuales fundamentales. Mientras que de Keiko Fujimori se teme que reivindique al exdictador Alberto Fujimori, su padre, quien está sentenciado a 25 años de prisión por graves actos de corrupción y crímenes contra los derechos humanos; y que por ese estrecho vínculo sanguíneo y político de alguna manera vaya a restaurar el régimen fujimorista.

Hemos dicho que los políticos democráticos de Perú son los culpables de la gran incertidumbre electoral del pueblo peruano, porque si los tres principales partidos de centroderecha y centroizquierda que participaron en las elecciones del 10 de abril pasado, se hubieran unido alrededor de un solo candidato presidencial, pudieron haber ganado en la primera vuelta, y en todo caso, ahora habría la absoluta certeza de derrotar la amenaza de Ollanta Humala en la segunda ronda electoral de mañana.

Cabe recordar que en las votaciones del 10 de abril pasado, Humala obtuvo el 31.7 por ciento de los votos y Keiko Fujimori el 23.5 por ciento. Por su parte los candidatos de centroderecha y centroizquierda, Pedro Pablo Kuczysnki, de Alianza por el gran Cambio, Alejandro Toledo, de Perú Posible, y Luis Castañeda, de Solidaridad Nacional, sacaron 18.5 por ciento, 15.6 por ciento, y 9.8 por ciento, respectivamente. O sea que con un solo candidato —

que debió ser el que según las encuestas del momento tenía mayor intención de voto y más posibilidad de ganar la elección—, las tres fuerzas políticas habrían sumado 43.9 por ciento del total de votos válidos. Con un solo candidato los partidos democráticos pudieron haber alcanzado más del 50 por ciento de los votos y derrotar en primera vuelta a Humala, dejando a Fujimori en tercer lugar. Y aunque no hubiera sido así, hoy habría la certeza absoluta de que en la segunda ronda electoral de mañana, el candidato de la incertidumbre política y la amenaza populista sería fácilmente derrotado.

Es importante remarcar que el principal culpable de que no se pudiera presentar un solo candidato claramente democrático, fue el expresidente Alejandro Toledo, por su empecinamiento en reelegirse. O sea, por ese perverso afán reeleccionista que ha sido causa de grandes problemas e incluso tragedias de los pueblos latinoamericanos. Como el que está sufriendo ahora, de nuevo, el pueblo de Nicaragua.

Pero hasta en las peores situaciones siempre hay un mal que es peor que el otro. Y la mayoría del pueblo peruano que tiene vocación por la libertad y la democracia, como lo demostró el 10 de abril en la primera vuelta de las elecciones cuando la mayor parte de sus votos fue por los candidatos democráticos, con su instinto, su experiencia y la iluminación de sus guías espirituales tiene que escoger mañana el menor de los males, ya que se le negó la oportunidad de elegir lo mejor posible.

Editorial Opinión Elección presidencial archivo

COMENTARIOS

  1. El Ni K
    Hace 13 años

    Los “experto” dicen que Keiko Fujimori ganara, porque la gente le tiene miedo a Umala ademas de que la iglesia catolica ha estado atacando a este por sus estrechos vinculos con Chavez. Ollanta dice que se ha distanciado del modelo chavista lo cual no es cierto y lo veran los peruano si lo llevan al poder. Los de izquierda son falaces y mentirosos, en realidad todos los politicos lo son. Ollanta instaurara el modelo chavistas querra reformar la Consitucion paa reelegirse indefinidamente.

  2. Juan Perez el incredulo
    Hace 13 años

    Bueno ¿Y de quien es el miedo? ¿De los politicos y empresarios malos (no se cuales son los malos y cuales los buenos) que han pasado mamando la teta desde siempre? Yo no creo que la masas del pais tengan miedo ya que nada tienen que perder. De todas formas tengan o no tengan miedo la eleccion va y no hay alternativa. Ojala gane el menos malo.

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