El mundo entero, a excepción de Centro y Norteamérica, fue testigo del eclipse lunar de ayer, un fenómeno que duró una hora y cuarenta minutos, tiempo en el que el Sol, la Luna y la Tierra se alinearon en perfecta coordinación. Los rayos solares no iluminaron la luna que mostró una gama de colores que iban de naranja a rojo en dependencia del tiempo que hacía en los países donde fue observado. El eclipse inició a las 17h24 GMT y siguió hasta alrededor de las 23h00 GMT, aunque la fase de eclipse total se produjo de las 19h22 a 21h02 GMT, según el especialista de la NASA, Fred Espenak. El próximo eclipse total de Luna está previsto el 10 de diciembre.