LOS ÁNGELES/AP
El actor cómico Jim Carrey regresa a las pantallas con Mr. Popper’s Penguins, una película dirigida a la audiencia familiar. El estreno en Estados Unidos se realizará el viernes.
Para actuar en el filme tuvo que hacer caso omiso a los consejos de sus propios asesores, dijo el popular actor.
“Sí, cuando lo estaba haciendo, e incluso cuando lo escogí, algunas personas allegadas a mí me decían, ‘¿De verdad quieres hacer una película de pingüinos? ¿Sabes, una película de pingüinos, película de niños?’”, recordó Carrey. “Pensaban, ‘¿Tu quieres una vida rock-and-roll? ¿Y esto será de verdad legal?’. Pero yo simplemente le hice caso a mis instintos de ‘yo adoro los pingüinos’”.
A primera vista, Popper’s parece una versión nueva de uno de los mayores éxitos de Carrey, Liar Liar, de 1997, otra comedia sobre un padre perdido que encuentra su camino después de emprender una aventura extraordinaria.
También pareciera ser el caso de otro actor cómico que intenta rescatar el favor del público con películas familiares (como los filmes Cheaper by the Dozen de Steve Martin y los Dr. Doolittle de Eddie Murphy).
Pero Popper’s tiene personajes complejos y bien desarrollados (y nada menos que a Angela Lansbury como actriz de reparto) y ofrece el tipo de contenido que mantendrá interesados tanto a los adultos como a los niños.
Aunque el personaje no fue creado especialmente para Carrey (está basado en el libro de Richard y Florence Atwater), hay suficientes chistes y travesuras al estilo Carrey para satisfacer a sus admiradores más leales.
“Entonces, la intención no era ‘soy un extraterrestre en esta película y soy diferente a todos los demás’”, dijo Carrey. “Era más bien, ‘Soy un hombre normal en esta película’, una persona que busca grandeza personal o que intenta huir de sus sentimientos verdaderos. Y eso es un aspecto importante. Pero en el fondo está el hecho que yo amo a los pingüinos, la gente ama a los pingüinos. Es decir, ‘Jim Carrey. Pingüinos. Fiesta en la jungla. Allí estoy’”.
De manera inesperada, no fueron los pingüinos verdaderos sino los robots que causaron los mayores problemas durante el rodaje, debido a que los diversos aparatos electrónicos personales del equipo interferían con las señales de control remoto.
“Con los pingüinos reales, mi momento preferido fue simplemente el alboroto a la hora de cenar y las cosas que pasaban cuando la cámara estaba apagada”, dijo Carrey.
Ver en la versión impresa las páginas: 12 B