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“Soy serio hasta en mis payasadas”

Tuvo una niñez muy pobre, pero siempre había felicidad y que comer en su casa. A los 13 años se vino a Managua. Tuvo que trabajar en la construcción. Su meta era triunfar cantando, pero logró mucho más que eso: el amor del pueblo. “Donde llego siento el cariño de la gente”, dice Otto Benjamín de la Rocha López, mejor conocido por su personaje Aniceto Prieto.

Foto de LA PRENSA/ Bismarck Picado

TUVO UNA NIÑEZ MUY POBRE,

pero siempre había felicidad y que comer en su casa. A los 13 años se vino a Managua. Tuvo que trabajar en la construcción. Su meta era triunfar cantando, pero logró mucho más que eso: el amor del pueblo. “Donde llego siento el cariño de la gente”, dice Otto Benjamín de la Rocha López, mejor conocido por su personaje Aniceto Prieto.

:::¿Qué recuerda de su niñez?

Mi infancia fue en Jinotega. Muy feliz a pesar de ser muy pobre.

:::¿Con qué soñaba usted de pequeño?

Con cantar. Yo vivía en la luna como dicen.

:::¿A qué aspiraba cuando se vino a Managua?

A cantar, aunque yo venía a estudiar. Vine a buscar a mi papá porque éramos muy pobres. No me quiso ayudar. En paz descanse porque ya murió. Al verme solo y desamparado no tuve más remedio que dedicarme a trabajar en lo que fuera.

:::¿Qué trabajos hacía?

De peón, ayudante de albañil, de carpintero, hacer hoyos, hacer mezcla.

:::¿Por qué se define como una persona seria?

Soy un hombre serio. Hasta en mis payasadas soy serio.

:::¿Qué cosas lo hacen reír?

Me encanta Condorito, me encanta Cantinflas.

:::¿En qué se identifica con Otto de la Rocha con Cantinflas?

En todo, menos en pegarle a la gente, porque él acostumbraba pegarle a la gente.

:::¿Qué es el dinero para usted?

Una necesidad. Es algo para cubrir necesidades. Si no existiera el dinero y agarraran hojitas de naranja, pues sería feliz yo.

:::Tres esposas. ¿Siempre fue bueno a las mujeres?

Dicen… (se ríe).

:::¿Qué le gusta de su esposa Georgina Valdivia?

Somos compatibles en todo. Trabaja conmigo, la conocí trabajando en Radio Sandino. Yo soy mayor que ella 20 años. Miré que ella tenía talento.

:::¿No tuvo miedo de ser muy mayor para ella?

No. Gracias a Dios virilmente siempre he funcionado.

:::¿Toma viagra?

No.

:::¿Nunca?

Pues sí, antes del tratamiento (contra el cáncer).

:::¿De qué se arrepiente en su vida?

Hay muchas cosas.

:::La que más le duela

No haber atendido a mi madre cuando estaba viva, en muchas ocasiones. Yo la atendí cuando se gravó yo fui el que la atendí, yo la enterré. Hay veces en que a uno le parecen molestos los pedimentos de la mamá. Yo me arrepiento de eso.

:::¿Cuándo se va a casar Aniceto con la Lupita?

Uuuuuuuuuh, ha intentado varias veces y siempre resulta algo. Muchas veces el pobre Aniceto, como él es todo y es nada, empieza a recoger realitos y los va guardando y resulta que los ratones se hartaron los reales. Otra vez, ante el juez, una cabra se hartó los papeles.

:::¿Aniceto hace y dice las cosas que Otto no puede?

Claro, ahí digo yo lo que Otto de la Rocha no puede decir.

:::La política.

Yo poco me meto en política. Soy sandinista.

:::¿Orteguista?

Pues sí, yo voy con el Frente.

:::¿Le han dicho que es vulgar en sus programas?

No lo dicen de los cuentos sino que la Palomita Mensajera es vulgar. Los cuentos son bonitos y los pueden escuchar los niños, con el vocabulario de Aniceto, el vocabulario del pueblo.

:::¿Y la Palomita Mensajera?

La Palomita sí, existe el doble sentido, la picardía.

:::¿Pero no es vulgaridad?

De repente se me sale alguna cosa (se queda pensativo), pero eso le gusta a la gente. Para mí esa es la miel del programa, la picardía, la jodedera. Yo aprovecho eso para aconsejar a la juventud, para decirles que estudien, que se preparen, que respeten a sus padres.

:::¿Cómo está su padecimiento de cáncer?

Está controlado. En Cuba me hicieron 43 radiaciones.

:::¿Cómo le cambió la vida esa enfermedad?

Cuando me lo diagnosticaron me quedé como en un mundo de silencio.

:::¿Le tiene miedo a la muerte?

A veces. Yo creo que ya viví suficiente. Ya voy a cumplir 78 años, es bastante. Les digo a mis amigos que no es cualquier pendejo el que llega a esta edad.

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