El nicaragüense que nace y vive en Masaya está expuesto a escuchar y bailar desde pequeño los sones de marimba. Es probable que antes de caminar perfectamente lo primero que un niño aprenda sea el paso sencillo que se baila en folclor.
Eso lo sabe muy bien doña Haydée Palacios Vivas, originaria de la también llamada Ciudad de las Flores y directora del ballet que lleva su mismo nombre. Ella, al igual que muchos artistas, lo ha dado todo por hacer lo que más le gusta: bailar.
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- El ballet está conformado actualmente por 60 bailarines. Existe un colectivo que apoya en vestuario, coreografías, entre otras funciones.
Ellos, quienes fueron bailarines del grupo, han tenido que tomar la batuta en tiempos de crisis. Un reto que no ha sido nada fácil, pero que lo han tomado por la lealtad que le tienen a la profesora y al ballet.
Su actual misión es continuar formando bailarines hasta que Dios se lo permita. “Esto es un apostolado. Dinero para que podamos vivir de esto no existe”, afirma Palacios.
En el 2009 la profesora Palacios tuvo problemas hepáticos. Se quedó sin habla y sin poder caminar. Incluso estuvo en cuidados intensivos.
Para ella, sus hijos y los bailarines de la compañía que dirige, fue una prueba que tuvieron que enfrentar como una sola familia.
Recientemente, en diciembre del 2010 se fracturó el tobillo izquierdo. Tuvieron que realizarle una operación. Recuerda que antes de entrar al quirófano el director del hospital le advirtió al cirujano que en sus manos estaba una bailarina, y que ese pie debía sanar. Son diez clavos y una platina los que la sostienen.
“El Señor manda estas pruebas para saber si uno tiene fe”, expresa Palacios, quien se ha recuperado satisfactoriamente.
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“En lo particular yo me quedé soltera porque no soportaba que mi esposo me controlara, entonces yo decidí cortar todo eso y dedicarme al ballet”, cuenta la maestra Haydée Palacios Vivas, quien es madre de dos hijos.
En muchas ocasiones se perdió de convivir con su hija e hijo por enfocarse en el trabajo del grupo.
Asegura no arrepentirse de nada. “Yo soy bendecida por ser mujer, madre, maestra y por tener un ballet como el que dirijo”, expresa Palacios.
“La lucha de la mujer dentro del campo cultural es difícil, porque además algunas somos madres, trabajamos y hacemos tareas que propiamente no son de nuestra labor artística”, afirma Palacios.
“Nací un 21 de noviembre de etcétera (se reserva el año). Me siento orgullosa de haber nacido en una ciudad tan próspera y tan rica en folclor”, expresa Palacios.
IMPREGNADA DE FOLCLOR
Desde pequeña era “ahuizotera”, bailaba en las diferentes celebraciones de la ciudad.
Masaya, desde el mes de enero hasta diciembre, está de fiesta. Es por eso que su familiarización con la danza nacional fue inmediata.
Para el año 1966 Palacios se traslada a Managua graduada como maestra de educación primaria. Mientras trabajaba como maestra en el Instituto Ramírez Goyena.
“Fui fomentando el amor a la cultura nacional a través de la educación y logré que se incluya dentro del sistema educativo como una clase normal”, cuenta Palacios.
CREA EL BALLET
Recuerda que la fecha de fundación fue un Día del Libro de 1970. Un 23 de abril. Hace 41 años.
El ballet inició presentándose en veladas escolares. Luego se fue consolidando y para 1977 ya se podían ver publicadas noticias sobre el grupo en el extinto diario Novedades.
Doña Haydée incluyó dentro de sus presentaciones folclóricas a Los Ahuizotes de Masaya, expresión que la convierte en obra danzaria. Retomó las Pastorelas, en las que hasta los ángeles bailan. El Baile de los Zopilotes también fue retomado para ponerlo en escena.
En los años ochenta Palacios funda otro grupo de danza, pero para personas sordas.
En esa misma época a través de la Asociación Sandinista de Trabajadores de la Cultura (ASTC) gana con el Ballet Haydée Palacios diferentes galardones y realiza una gira por España. La compañía estuvo en Barcelona, Madrid y País Vasco.
Durante este tiempo muchos jóvenes del grupo fueron a las montañas —donde se desarrollaba una guerra— a realizar presentaciones para las tropas.
En una ocasión el Ballet Folclórico Haydée Palacios recibió las llaves del condado de Florida. Junto con el grupo ha viajado por Francia, Bulgaria, Canadá, Estados Unidos y Centroamérica en un lapso de 41 años.
A lo largo de su existencia el ballet ha sufrido transformaciones. Muchos bailarines han abandonado la compañía. Algunas mujeres bailarinas porque se casan y los esposos no les permiten continuar, algo que lamenta Palacios.
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