Por Isidro Rodríguez Silva
Ninguno de manera formal ha pasado por una escuela de teatro, pero han desarrollado una capacidad histriónica digna de todo respeto y aprecio. Julio Torres, actor fundador del grupo y de la comunidad de El Jícaro, dice: “El grupo Tecum Umani se ha dedicado a montar obras teatrales a partir de la realidad campesina, y contribuir desde el arte escénico al cambio y la transformación social en las zonas rurales. Uno de los condimentos claves de Tecum Umani, cuando cocina sus obras, es el desarrollo de una conciencia crítica. Con esa visión y ese compromiso ha creado un repertorio teatral sobre la problemática campesina que ha proyectado en Nicaragua, Centroamérica e incluso Estados Unidos”.
La trama de Macho a macho nos presenta la historia de César, un campesino acomodado, casado, es un hombre violento, dominante, mujeriego. Víctima de la impotencia sexual, busca por todos los medios su cura, pero se le hace difícil porque fue provocado por un moco de chompipe, brebaje que supuestamente impide las erecciones y que le han dado en una sopa de huevo de toros. Ante sus trabajadores alardea de su masculinidad dominante haciendo alusión a la educación que recibió de su padre violento con valores tradicionales y machistas, cuyo modelo de hombre se imponía a la familia y se caracterizaba por relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres y de hombres sobre los hombres.
En el pasado, una de las víctimas de abuso sexual fue la compañera de vida del prestigiado y afamado curandero de la comunidad, al que César acude, en última instancia, para curarse. El curandero, al enterarse que César ha violado a su empleada, aprovecha la oportunidad para hacerle propuestas de curación que ponen en entredicho su machismo, en tanto, en complicidad con el esposo de la empleada, contribuye para que se haga justicia y se aplique la ley. César no recupera su capacidad de erección y es encarcelado de por vida, por el delito de violación.
La obra plantea la equidad de género en relación a los roles, las responsabilidades y sobre todo las mismas oportunidades. La reflexión de la obra de Macho a macho es la lucha por una igualdad contra las diferencias y las desigualdades que les permitan a los hombres y a las mujeres acceso y control de los recursos, pero sobre todo la misma oportunidad para tomar decisiones.
La obra está centrada en la violencia contra la mujer, en todas sus expresiones; sexual, sicológica, patrimonial, económica, política, que la lleva al aislamiento, y a la esclavitud doméstica, que termina en el peor de los casos con el femicidio. El siguiente parlamento que dice el curandero, es un ejemplo que ilustra lo anterior:
El actor Julio Dávila, del municipio de San Ramón, manifiesta que la obra pretende. “No puede redundar en lo recreativo, por lo que la realización de procesos de reflexión con grupos focales es la parte medular del proceso. Se pretende contribuir, a través de la obra, en la construcción de nuevas masculinidades basadas en el reconocimiento y defensa de los derechos de las mujeres y la niñez. Impulsar procesos de educación y sensibilización en la población masculina y femenina sobre el conocimiento y el ejercicio pleno de una paternidad responsable caracterizada por prácticas no violentas. Pretendemos, además, promover la reflexión sobre las causas y efectos de la violencia que los hombres ejercemos sobre las mujeres”.
LAS GIRAS
Tecum Umani realizó una Gira Centroamericana con su obra de Macho a macho en Catacamas, Tocoa y Tegucigalpa en Honduras; Quetzaltenango, Antigua, Ciudad Guatemala; San Miguel, San Salvador; Matagalpa y Managua. En esta gira se estaba impulsando un proceso de educación y sensibilización sobre la violencia contra las mujeres. Esta gira contó con el auspicio del Centro Cooperativo Sueco, el Consejo Nacional de Mujeres Cooperativista de Honduras y Guatemala, organizaciones campesinas y de mujeres de estos países. Gracias al apoyo de estas instituciones Tecum Umani logró realizar tres presentaciones en El Salvador, cuatro en Honduras y cinco en Guatemala.
También Tecum Umani realizó nueve talleres de capacitación con jóvenes sobre violencia de género, a través del montaje de escenas de la obra, que servían con método para enseñar teatro y generar reflexión y aprendizaje sobre género. De Macho a macho ha sido presentada 37 veces, en comunidades rurales de Matagalpa, San Ramón, El Tuma-La Dalia, Rancho Grande, Waslala, Matiguás, León, Chinandega y Managua. De igual manera se ha presentado para jóvenes, estudiantes, para hombres y mujeres de organizaciones locales y nacionales.
Recientemente —expresa Gerardo Molinares, director del grupo— esta obra de teatro ha tocado las emociones y los sentimientos de gente de cuarenta comunidades de El Tuma-La Dalia, Rancho Grande, Waslala, San Ramón, Pancasán y Matagalpa. Muchas mujeres que ven reflejada su vida lloran y muchos hombres que han sido victimarios en más de algún acto de violencia agachan la vista o disimulan viendo para otro lado cuando un texto, una imagen, un gesto les revive comportamientos cotidianos en el que han ejercido la opresión o abuso hacia las mujeres”
Actores campesinos de la zona seca del municipio de San Ramón, Matagalpa, combinan el teatro con la agricultura, cuyo talento y vocación teatral ha sido cultivado como la tierra, desde la práctica
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