El River Plate, 33 veces campeones del futbol argentino, empató 1-1 ante el Belgrano de Córdoba y, en un descenso histórico, pasó a segunda división después de 110 años en la máxima categoría, ayer en el partido de vuelta de la Promoción en el estadio Monumental.
Los aficionados locales no aceptaron la realidad y a los 90 minutos comenzaron los disturbios en las graderías.
El árbitro Sergio Pezzotta suspendió el juego al ver que parte de los 2 mil 200 agentes de seguridad comenzaron a enfrentarse con los fanáticos. Al instante jugadores y aficionados lloraban desconsolados.
Tras el 2-0 en el partido de ida River necesitaba ganar con el mismo marcador para mantener la categoría. En caso de permitir un tanto debía imponerse 3-1.
Mariano Pavone (5’) inauguró la pizarra por los “Millonarios”. Pero Guillermo Farré (61’) le dio la paridad a los “Piratas” de Córdoba.
River pudo ampliar la diferencia pero el portero de Belgrano Juan Carlos Olave, le adivinó un penal a Pavone (69). El reloj consumió las esperanzas de River y los hundió. De hecho, el desorden institucional de los últimos años lo hizo primero.
La barra no perdonó y al salir del estadio le reclamó enfurecida a los directivos. Quebraron los vidrios de los vehículos a su paso y quemaron llantas. Fue el reflejo del descenso de River. Histórico.
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