El magistrado usurpador, Rafael Solís, remendó su firma para votar en contra de la sentencia en casación que ganó Silvania Medina Sandino en el litigio por la propiedad donde hoy palidece el proyecto turístico Pelican Eyes Piedras y Olas (PEPO).
Así consta en la hoja de ruta de la sentencia 158, del expediente 15,804/2004 con fecha del 16 de agosto de ese mismo año.
En ese entonces, la Sala Civil, compuesta por ocho miembros, confirmó la sentencia del Tribunal de Apelaciones de Managua a favor de Medina Sandino. El fallo recibió el rechazo de solo tres magistrados, incluido el cambio de Solís.
Ante los sucesos, según Iván Salazar, esposo de Medina Sandino, uno de los magistrados le dijo: “Solís te va a robar”.
Según Salazar, ello evidencia que desde esa época Solís estaba interesado en ese caso.
Aunque ayer no pudimos contactar a Solís, pese a que hicimos más de diez llamadas, el pasado martes Solís rechazó que él o su partido —el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)— tuvieran algún interés en la propiedad.
“Esta persona dice que tenía interés, pero cuando se dio el caso yo presidía la Comisión Disciplinaria en esa época, por eso me tocó llamar a la doctora (Ligia) Rivas, (entonces juez Quinto de lo Civil de Managua) por decisión de toda la Corte para proteger la inversión extranjera en Nicaragua”, dijo Solís al reconocer que mandó a parar la entrega de la propiedad a la familia Medina Sandino, que ejecutaba el fallo de la sala civil de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Entonces —según Salazar— las tierras estaban en posesión de inversionistas, encabezados por el estadounidense Chris Berry, dueños de PEPO, pero no habían comenzado a construir. Manifestó que su esposa quedó en posesión en parte de la propiedad.
Fue tras la llamada de Solís que la juez Quinto de Distrito de Managua, Ligia Rivas, cambió su sentencia y dictó un fallo en contra de Medina Sandino.
Salazar explica que tras una cita con Solís, el 16 de mayo de 2006, este le aseguró que el problema se resolvería en el Juzgado Quinto. Al llegar al Juzgado el siguiente día, encontraron que los dueños de PEPO habían introducido un recurso de nulidad absoluta y perpetua en contra de la sentencia a favor de Medina Sandino.
Según Salazar, consta en los documentos del Juzgado que veinte minutos después él y su esposa se personaron y a las 8:30 a.m. salió la sentencia en su contra.
Para él, el hecho resulta insólito, pues pasaron toda la mañana esperando a la juez Ligia Rivas y esta llegó al Juzgado hasta la 1:00 p.m.
JUEZ Y POLICÍAS DILIGENTES
“Pero eso dicen los documentos y no es todo, a las 2:40 p.m., de ese mismo día nos notifican, a las 4:05 mandan el exhorto a la juez de Rivas y a las 6:00 p.m. antimotines desalojan a mis trabajadores, eso solo se hace por un poderoso”, dijo Salazar.
FALLO DE CASACIÓN NUNCA FUE REVERTIDO
Salazar aseguró que la sentencia 158 de casación no pudo ser revertida como aseguró Solís y para demostrarlo presentó a LA PRENSA una certificación de esa sentencia emitida por la Secretaría de la Corte el 10 de diciembre de 2009, tres años después de la intervención de Solís en la entrega de la propiedad.
Solís aseguró el martes que los estadounidenses no podían ser afectados porque eran compradores de buena fe y no habían sido vencidos en ningún juicio. Señaló que lo recomendable era iniciar un nuevo proceso contra los inversionistas.
No obstante Salazar dijo que impulsan tres juicios a los estadounidenses desde el 2009, pero que se encuentran engavetados.
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