Mientras la micropresa Los Gauchos recibe directamente las aguas negras de dos manjoles que están en sus bordes y las envía a la Laguna de Tiscapa, las obras iniciales de mitigación en zonas afectadas por las lluvias recientes ha sido “lavadas”.
En el cauce que cruza el sector de Altagracia, donde las lluvias y el vandalismo provocaron un hueco de al menos 120 metros cuadrados de ancho y más de tres metros de profundidad, las lluvias del fin de semana provocaron el derrumbe de parte de las obras de mitigación.
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En esa zona, los obreros de la Dirección de infraestructura habían reforzado el delta del cauce, punto donde convergen las corrientes dos cauces, y habían rellenado el área socavada. Sin embargo, con las lluvias recientes, las piedras del delta y parte del relleno fueron “lavados”.
En el barrio Laureles Norte, los obreros también se han atrasado por las lluvias.
“Como obra de emergencia, estamos instalando un muro de gaviones, se instalarán canaletas para desviar las aguas, gradas para disminuir la velocidad de la corriente y obras adicionales para que el área no se siga socavando (…) la conclusión de las obras depende de las lluvias”, confirmó Charles Ulmos, ingeniero supervisor de las obras en el barrio Laureles Norte, donde un hueco de al menos 100 metros cuadrados mantiene en riesgo a varias familias.
EL XOLOTLÁN AMENAZA
El lago de Managua, Xolotlán, podría alcanzar nuevamente los niveles de su segunda crecida más alta de la historia, si las lluvias continúan presentándose como hasta ahora. Estas son las estimaciones del director de Recursos Hídricos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), Isaías Montoya.
Los niveles del lago se han mantenido subiendo y bajando de los 41.00 y los 42.00 metros sobre el nivel del mar (msnm).
Ayer estaba en 41.16 metros. Esa altura es superior a la que se registró en agosto del año pasado, de 40.73 msnm. “Si hay lluvia, esos 41.16 metros podrían alcanzar los 42.73 en septiembre y octubre”, añadió el especialista.
“Aún con la canícula seca (período entre el 15 de julio y 15 de agosto, en el que disminuyen las lluvias del invierno), faltan septiembre y octubre (lluviosos)”, recalcó. Los meses próximos del invierno no sólo son los más lluviosos, sino que además son los más ciclónicos. Es decir, que entre septiembre y octubre aumentan las posibilidades de que aparezca un huracán.
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