Christian Lüth ha sido, desde el 2007, director de programas para Centroamérica de la Fundación F riederich Naumann, con base en Tegucigalpa, Honduras, desde donde supervisaba misiones de la fundación en Guatemala y Nicaragua.
La Naumann es una organización de ideología liberal que promueve la l ibertad y el respeto a los derechos individuales y a las leyes.
En un mes abandona ese cargo para ocupar un puesto importante en el ministerio de cooperación externa de Alemania.
Durante su período en Centroamérica ha sido testigo de la victoria de Daniel Ortega en Nicaragua, las guerras intestinas de los liberales, el fraude electoral del 2008 y lo que considera un proceso de fraude para las elecciones venideras en Nicaragua.
“Lastimosamente Daniel Ortega va a ganar estas elecciones”, dice, pero es porque ha venido preparando un fraude desde mucho antes.
Sin embargo, es claro y duro en afirmar que “si el pueblo de Nicaragua acepta que le corrompan las instituciones y le violen sus derechos, pues no hay mucho que hacer… Los pueblos tienen derecho a la resistencia pacífica, pero aquí no veo nada de eso”, dice.
A los liberales nicaragüenses les aconseja preservar los valores democráticos y de respeto al Estado de Derecho y que “todos los liberales que quieran la democracia, respeto al Estado de derecho y rechacen la corrupción deben buscar la unidad”.
Lüth estuvo tres días en Nicaragua en su última visita misión como funcionario de la fundación Friederich Naumann para la Libertad
Durante su estadía de cuatro años en la región, ¿cuál sería la evaluación sobre el estado de la libertad: ha aumentado o se ha disminuido?
El juicio si ha aumentado o disminuido la libertad en Nicaragua es como evaluar nuestro trabajo en este país, pero hay también factores que uno no puede ni debe cambiar ya que operamos dentro de las leyes de cada país.
Yo creo que con los gobiernos liberales (en el pasado) porque respetan más el Estado de derecho. Pero (no) con el gobierno de Daniel Ortega, que para nosotros es un gran problema porque no respeta las libertades individuales sino que se comporta de forma autoritaria y no respeta a otras corrientes de pensamiento.
En estos últimos años no hemos logrado aumentar la libertad en este país, porque siempre hemos tenido a ese adversario sandinista que maneja el juego político suciamente.
Uno que respeta la democracia, el Estado de derecho, los derechos humanos, pues tiene las limitaciones obvias, pero Ortega no respeta eso, por lo que tiene una ventaja.
Esto se da en casi todas las democracias del mundo donde hay partidos que se aprovechan de la democracia sin respetarla.
De cualquier manera, el balance es positivo porque tenemos una contraparte excelente en Eduardo Montealegre y su movimiento. Tenemos una relación directa y de confianza con él y para nosotros, y aunque a final de cuentas la libertad en el país no aumentó, si creció la relación con Eduardo, que es un demócrata liberal y yo creo que tiene la capacidad de sacar adelante a este país.
Ya que menciona a Montealegre, a él se le cuestiona mucho no haber logrado sus metas en el campo electoral… ¿Creen que tiene futuro político?
Claro que sí. Es un candidato honesto que siempre va a tener futuro. El punto es que él ha tenido que pelear con las circunstancias que le señalé, ya que sus adversarios no respetan lo que él sí respeta.
Un diputado alemán una vez dijo que Eduardo sería un excelente presidente para Eslovenia o Lituania, países donde se respeta el Estado de derecho, pero aquí donde hay políticos que no respetan el Estado de derecho, pues él está en desventaja. Pero eso es lo único que puede hacer, seguir respetando y fomentando el Estado de derecho. Así que visto de esta manera él no ha logrado sus metas por serle fiel a su ética y sus principios y eso es algo que sí debemos respetar.
¿Cómo se puede explicar el trabajo de la Fundación Naumann en Nicaragua?
La Fundación Naumann en todo el mundo apoya a los partidos afines al liberalismo con asesorías, educación de la juventud de los partidos políticos y capacitaciones; esa es también parte de la crítica que recibimos ya que no damos dinero ni hacemos campañas políticas. También asistimos para que los partidos liberales que trabajan con nosotros desarrollen las relaciones internacionales.
¿La relación de ustedes es exclusiva con Montealegre y el PLI o trabajan también con Arnoldo Alemán y el PLC?
En el pasado y seguimos teniendo la meta de la unidad liberal, entonces nosotros hablamos con cualquier político liberal que esté de acuerdo con esa meta. Arnoldo Alemán estuvo y está interesado en la unidad liberal y por supuesto que estuvimos hablando con él para conseguir esa meta. Ahora, hay muchas razones por las que no se dio esa unidad, pero creo que cuando se comparten metas siempre hay que hablar.
Como fundación han habido momentos en que no hemos estado de acuerdo con Alemán y otras que no hemos estado de acuerdo con Montealegre pero lo importante es mantener la comunicación.
Yo lamento que no se dio la unidad de los liberales pero no voy a culpar a nadie y no vamos a juzgar, pero la unidad sigue siendo nuestra meta y quien se quiera sumar a esta meta es bienvenido.
¿Pero por qué ustedes trabajan con el PLI y no con el PLC?
En 2001 o 2002 Alemán se salió de la Internacional Liberal y nunca ha dicho que quiere volver. Oficialmente no hay una solicitud para volver a ingresar y por lo tanto nosotros trabajamos con los liberales que sí están dentro de la Internacional Liberal y ese el Montealegre y el PLI y estamos satisfechos y que creemos que por el momento él representa una autenticidad liberal.
En el 2009 el vicepresidente de la Internacional Liberal, Hans Van Vaalen realizó una visita muy controversial al país ya que dio fuertes declaraciones en contra del Gobierno de Daniel Ortega y el Gobierno lo acusó de injerencista…
Lo que hizo Hans Van Vaalen fue defender la democracia y el Estado de Derecho. Él no criticó a Ortega por no ser liberal, lo criticó por no respetar a los nicaragüenses, las votaciones y las instituciones democráticas. Yo creo que bajo ese punto de vista haríamos lo mismo ahora cuando un Gobierno no respeta las instituciones ni el Estado de derecho. Estábamos hablando de un fraude electoral masivo que había que denunciar. Él lo hizo de una forma agresiva pero yo lo sentí bueno y si vuelven a pasar esas cosas yo recomendaría de nuevo que defienda esos valores. Él no vino a apoyar ningún partido político, aunque tampoco escondió que es liberal.
Estamos en un mundo globalizado y usted tiene los mismos derechos en Alemania y aquí, así que no veo por qué no se pueda criticar una violación a derechos fundamentales.
El señor Van Vaalen es ahora canciller en Holanda. ¿Considera que esta experiencia ha influenciado en la decisión de ese país de retirar su ayuda de Nicaragua? ¿Considera que esa controversia que vivió en Nicaragua tiene algo que ver en los resultados de la política holandesa hacia Nicaragua?
Por supuesto. Él se llevó esa impresión y ahora que tiene tareas estatales allá sigue teniendo la misma visión de este Gobierno. Todos somos personas y tenemos impresiones que siempre las llevamos dentro de nosotros. Si él hubiera sido recibido en aquel entonces por este gobierno de otra manera pues hubiera tenido una opinión distinta. Él vio la violación a la Constitución y los Derechos Humanos y esas son las cosas que este Gobierno no sabe manejarlas bien ya que con un poco de diplomacia se logra mucho, pero los sandinistas no saben hacer eso, ellos son autoritarios y no respetan a nadie que no piense como ellos y eso le ha causado la pérdida de beneficios al pueblo nicaragüense.
El señor Van Vaalen también se reunió con la jefatura del Ejército lo que fue bien controversial porque en Honduras había una crisis constitucional y Ortega dijo que les había ido a recomendar un golpe de Estado.
Esa es pura propaganda sandinista. Hicimos la visita de cortesía a muchas instituciones importantes del país. Fue una visita totalmente de cortesía. Hans Van Vaalen es coronel del ejército holandés y él tenía interés de conocer cómo funciona el Ejército aquí y, claro, escuchar opiniones sobre la situación del país pero esa reunión fue de media hora o 45 minutos.
Usted vivió la crisis política de Honduras muy de cerca y ustedes tenían una posición clara de apoyo al señor Micheletti.
Esa es la misma posición que tiene la Fundación en Nicaragua. O sea, lo que hizo Mel Zelaya fue irrespetar el Estado de derecho y la Constitución… por eso el Parlamento lo retiró de su puesto con 124 votos de un total de 128 diputados. Esa fue una decisión democrática. Que se le haya sacado del país no estamos de acuerdo ya que se le violaron sus derechos como ciudadano hondureño, y lo dijimos también ya que se le debió hacer un juicio justo.
Estamos a unos tres meses de las elecciones en Nicaragua y éste ha sido un proceso electoral muy complicado, con un presidente postulándose cuando no se le está permitido constitucionalmente, unos magistrados de facto… ¿Cómo vería el gobierno alemán esta situación?
Bueno, quiero dejar claro que no puedo hablar por el gobierno alemán; puedo dar mi opinión sobre lo que tal vez ellos perciben porque el partido liberal alemán está en el Gobierno. Yo creo que desde el fraude están observando muy de cerca lo que está pasando aquí y están viendo que Ortega está corrompiendo las instituciones democráticas para lograr su reelección. Todo esto es conocido en Europa y por lo mismo ellos ya están tomando medidas por mal gobierno para no apoyar a Nicaragua.
Yo estoy convencido, lastimosamente, que va a ganar Ortega por las mismas razones que mencionamos y de ser así la posición es que cada pueblo tiene derecho a la resistencia. Si el pueblo nicaragüense acepta que le corrompan las instituciones democráticas y les violen sus derechos humanos y civiles y no usa el derecho de resistencia civil, no violenta en las calles, pues debe estar conforme con este gobierno y si un pueblo silencioso y pasivamente se conforma con un gobierno así pues nosotros no vamos a hacer nada, es una decisión del pueblo.
Los alemanes se levantaron contra gobiernos autoritarios en el siglo pasado, fue un levantamiento pacífico, pero sí (fue) en las calles, manifestándose. Yo no estoy viendo nada de eso aquí, al contrario, las manifestaciones más grandes son las de los sandinistas, entonces ahí tiene su responsabilidad el pueblo nicaragüense, si se dejan, ¿quienes somos nosotros para criticar eso?
¿Consideran que Ortega va a ganar limpiamente o va a hacer fraude o esto es un fraude en proceso?
Creo que lo último es lo más exacto. Fraude como en el 2008 no creo que va a haber, no hay necesidad. El fraude ya se dio antes, en el cambio ilegal de la constitución, en el aislamiento de la oposición, Ortega ya no tienen necesidad de hacer ningún fraude, ganó las elecciones fraudulentamente y eso está claro en Alemania donde cualquier ministerio sabe que el fraude se dio antes.
Esto puede repercutir en la cooperación alemana hacia Nicaragua?
Sí, totalmente. Ya se está sintiendo el cuidado que ellos tienen con este Gobierno al que no le dan ayuda financiera directa, ya la cooperación alemana trata de trabajar directamente con el pueblo nicaragüense para evitar ese gobierno corrupto y autoritario. Pero el Gobierno también está poniendo aquí las trabas para eso. Eso se va a sentir duramente y lo más triste es que el que va a sentir es el pueblo nicaragüenses que no tiene mucho que ver con este Gobierno.
Pasando a otro tema, en cuanto al futuro de un partido liberal en Nicaragua que en los años 90 fue un partido mayoritario, cómo lo ven ustedes, ¿hacia dónde deberían moverse los liberales para consolidarse como una fuerza política?
Primero que todo la unidad es básica.
¿Unidad con Alemán?
Con todos los liberales que quieran derrotar al sandinismo, que quieran democracia, respeto al Estado de derecho, que rechacen la corrupción, sin importar el nombre que tengan. La unidad es básica sino van a desaparecer tarde o temprano.
Los sandinistas, al menos la imagen de afuera es de unidad, adentro es otra cosa, pero uno no ve las peleas de los sandinistas. Las peleas de los liberales sí se dan públicamente y eso es peligroso y si no se unen, en el mediano plazo, van a desaparecer.
Cualquier gobierno democrático apoya fuerzas democráticas, ellos pueden contar con el apoyo europeo, no solo de los liberales europeos si mantienen esa visión de respeto a los valores, tampoco ante un gobierno autoritario y retomar la unidad. Si esas dos cosas se cumplen yo no dudo que los liberales puedan volver a poner algún día al presidente de la nación, pero deben unirse y respetar el Estado de derecho.
¿Necesitan ellos entrar a un proceso de modernización?
Claro, totalmente de acuerdo. Ellos, todos los partidos liberales de este país, necesitan un proceso de transformación hacia la modernidad porque la actual crisis de no poder unirse se debe a que algunos líderes no están al día y anteponen sus intereses personales y no quieren ceder. Hay que reformar esto, porque yo veo las bases de todos los partidos liberales en Nicaragua dispuestas a trabajar por el país pero no los dejan subir (en la jerarquía del partido) porque hay demasiada gente que no tiene los principios generales sino que vela por sus principios personales y si estos son satisfechos pues ya después viene la ideología y los valores y no al revés que es como debería ser.
Ver en la versión impresa las páginas: 3 A