14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Roberto Alomar, Bert Blyleven y Pat Gillick serán introducidos hoy al Salón de la Fama de Cooperstown. LA PRENSA/AP Photo/Mike Groll

Hoy es el día de Alomar y Blyleven

El momento soñado por cualquier pelotero: poder pronunciar el discurso de aceptación antes de entrar al Salón de la Fama, está cerca para el ex segunda base puertorriqueño Roberto Alomar y el exlanzador holandés Bert Blyleven.

Houston/EFE.- El momento soñado por cualquier pelotero: poder pronunciar el discurso de aceptación antes de entrar al Salón de la Fama, está cerca para el ex segunda base puertorriqueño Roberto Alomar y el exlanzador holandés Bert Blyleven.

Ambos, hoy en Cooperstown (Nueva York), tendrán que subirse el podio para expresar sus sentimientos de como han vivido toda su trayectoria profesional que le llevo a estar entre los grandes de todos los tiempos.

[doap_box title=”Símbolo de durabilidad” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

El lanzador holandés Bert Blyleven, a sus 60 años, es el primero en su país que logra el sueño de llegar a Cooperstown y lo hará con la gorra de los Mellizos de Minnesota.

La constancia y perseverancia de Blyleven fueron las dos características que le permitieron conseguir grandes metas.

Blyleven, que ganó 287 juegos en una carrera que abarcó 22 años en las mayores, dijo sentirse feliz de poder estar en la ceremonia al lado de Alomar y Pat Gillick, uno de los grandes gestores dentro del mundo del beisbol profesional.

[/doap_box]

Alomar, considerado como el mejor segunda base de su generación, se convertirá tercer beisbolista nacido en Puerto Rico que llega al Salón de la Fama para estar al lado de los legendarios Roberto Clemente y Orlando Cepeda.

Su destino final era algo que se sabía desde que a los seis años ya captaba la atención de los entendidos en el mundo del deporte pasatiempo nacional.

Con sólo 17 años, Roberto Alomar logró el primer contrato para jugar con los Padres de San Diego para que tres temporadas más tarde, el 22 de abril de 1988, hiciese su debut en las Grandes Ligas.

Su bautismo en las mayores no pudo ser más prometedor al pegar sencillo en el primer turno al bate y nada menos que contra Nolan Ryan, otro exlanzador legendario al que se va a unir en el recinto sagrado.

Precisamente, Alomar ha reconocido que los nervios hoy, cuando tenga que dar el discurso de aceptación, serán los mismos o mayores de los que tuvo cuando hizo el debut.

Pero la diferencia es que tras pasar ese momento su nombre estará inscrito en una placa junto a los grandes de todos los tiempos para ser recordado como uno de los mejores segunda base de todos los tiempos.

Alomar ganó nada menos que 10 Guantes de Oro, algo que ningún otro segunda base consiguió en su carrera, para resaltar sus grandes cualidades defensivas.

Pero fue todavía mejor en el apartado ofensivo al demostrar ser un excelente bateador con .300 de promedio como profesional, además logró .984 de promedio de fildeo y corrió como nadie a la hora de robar bases para alcanzar un promedio de 30 o más por ocho temporadas.

Su figura creció también cuando llegó la competición de octubre al conseguir .313 de promedio de bateo y .347 en las dos Series Mundiales que ganó con los Azulejos de Toronto, el equipo que va a representar en el Salón de la Fama.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí