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El presidente saliente de Perú, Alan García, y Ollanta Humala, quien hoy asume el país con el mayor crecimiento en América Latina en la última década. LA PRENSA/AP/MARCELO LUNA

Humala asume con reto de seguir prosperidad en Perú

Ollanta Humala, un militar retirado de izquierda de 49 años, se convertirá hoy en el nuevo presidente de Perú por los próximos cinco años con un compromiso de llevar la prosperidad a amplios sectores hasta ahora marginados del crecimiento económico.

LIMA/AFP

[doap_box title=”Su familia” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

  • Ollanta Humala deberá tener un ojo puesto en su familia, que le ha traído problemas.
Su hermano Antauro cumple 25 años de prisión por una asonada militar en 2005; otro hermano, Ulises, compara a Ollanta con el líder libio Muamar Gadafi, e Isaac Humala, su padre, pregona la superioridad de la raza inca.

Los mayores problemas vienen de su hermano Alexis, quien a inicios de julio viajó a Rusia y comprometió a Perú en una serie de proyectos conjuntos, que obligó al presidente electo a distanciarse y señalar que ese viaje lo había hecho por su cuenta. El episodio hizo bajar la popularidad del mandatario.

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Gana Perú, el partido del presidente Ollanta Humala, tiene la primera minoría en el Congreso unicameral —47 de las 130 bancas— y deberá buscar alianzas para sacar adelante sus proyectos y en particular un posible cambio en la Constitución.

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Ollanta Humala, un militar retirado de izquierda de 49 años, se convertirá hoy en el nuevo presidente de Perú por los próximos cinco años con un compromiso de llevar la prosperidad a amplios sectores hasta ahora marginados del crecimiento económico.

El reto para el nuevo mandatario será que Perú, de 28 millones de habitantes, pueda mantener la senda que le ha llevado a tener el mayor crecimiento en América Latina en la última década y al mismo tiempo ejecutar su plan de inclusión social, una agenda pendiente de sus predecesores.

Sin experiencia en cargos públicos más allá de algunas asignaciones diplomáticas, Humala se ha constituido en toda una incógnita. Apareció para la política en 2006 con un discurso radical de izquierda que caló en vastos sectores —especialmente entre los pobres del sur de Perú—, pero su cercanía con el presidente venezolano, Hugo Chávez, ahogó esa primera aspiración.

A 2011 llegó con un mensaje más moderado, declarándose seguidor del modelo del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que mezcla una macroeconomía liberal con fuertes componentes sociales.

¿Qué tanto queda del radical de entonces y qué tanto hay del moderado de hoy en día? Es en ese margen de temor y esperanza que se manejan los peruanos. “El Perú ha cambiado y yo también”, señaló para explicar un programa más moderado.

El gabinete ministerial que dio a conocer en los últimos días, con gente de derecha en la economía y de izquierda política, ha tranquilizado a quienes dudaban de su intención de liderar un gobierno moderado.

Consultado sobre si había posibilidades de que se reviva una alianza con Chávez, el politólogo Aldo Panfichi señala que “el proyecto chavista ha perdido fuerza. (…) Además ahora la política latinoamericana es más compleja y matizada, y no en blanco y negro como buscaba Chavez”. “Creo que el de Humala va a ser un gobierno con menos transformaciones y más bien moderado”, dice.

Según Panfichi, “en este momento el temor se ha disipado pero no hay euforia. Humala desactivó el miedo pero ahora tiene que responder a la expectativa generalizada”.

Y es que los retos para el nuevo presidente son importantes: según la Defensoría del Pueblo, Humala heredará 217 conflictos sociales, de los cuales 139 activos, en un país con 10 millones de pobres, un 34 por ciento de la población.

También podría enfrentar problemas con la derecha cuando inicie el cobro de impuestos a las sobreganancias mineras, una de sus promesas de campaña.

Según el politólogo David Sulmont, Humala tendrá “pruebas de fuego” cuando se aborde el tema de este impuesto a las mineras y cuando enfrente los primeros conflictos sociales. “Ahí se verá cuál es la muñeca de Humala”, dice.

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