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El juicio en contra de los acusados fue suspendido ayer, los familiares de la víctima pidieron pena máxima. LA PRENSA/ A. FLORES

Testigos señalan a los acusados en asesinato

Ayer inició el juicio contra Eddy Mauricio Picado Corea y Johnny Antonio Fonseca Picado, acusados por la Fiscalía del asesinato de José Wiston Bravo, al que privaron de la vida en una vivienda ubicada cerca del Ministerio del Trabajo (Mitrab), en Managua.

Ayer inició el juicio contra Eddy Mauricio Picado Corea y Johnny Antonio Fonseca Picado, acusados por la Fiscalía del asesinato de José Wiston Bravo, al que privaron de la vida en una vivienda ubicada cerca del Ministerio del Trabajo (Mitrab), en Managua.

El hecho ocurrió el 17 de agosto del 2003 a eso de las 8:30 p.m.

[doap_box title=”Delitos” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

  • Eddy Mauricio Picado Corea y Johnny Antonio Fonseca Picado son acusados por el Ministerio Público por varios delitos, entre ellos asesinato, lesiones, amenazas de muerte y exposición de personas al peligro.
Los sujetos pasaron prófugos durante ocho años y fueron capturados en mayo de este año.

El juicio fue suspendido la mañana de ayer y continuará el próximo 5 de agosto, según decisión del juez Tomás Cortez.

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Los dos testigos de la Fiscalía que rindieron su testimonio ayer ante el juez Octavo Distrito Penal de Juicio, Tomás Cortez y el tribunal de jurado, fue Ninosca de los Ángeles Peralta, nuera del ahora occiso José Wiston Bravo, de 59 años, así como una vecina que presenció los hechos.

Peralta manifestó que los acusados encabezaban un grupo de unas 15 personas, que llegaron hasta la vivienda donde habitaba Bravo.

Señaló que los procesados y demás personas empezaron a disparar hacia la casa y le propinaron un balazo en la cara a la nieta de Bravo, Jenifer de los Ángeles Bravo Peralta, quien tenía 12 años, en el 2003.

EN AUXILIO DE NIETA

La madre de la menor de edad señaló que cuando José Bravo vio a su nieta con el rostro ensangrentado, salió en auxilio de esta y fue en ese momento que Eddy Mauricio Picado, que portaba un arma de fuego, le realizó un disparo, provocando su muerte.

Peralta aseguró que cuando los acusados y demás personas se retiraron del lugar, expresaron que iban a celebrar la muerte de don José Bravo.

Una vecina del ahora fallecido, que ayer declaró durante el juicio oral y público, coincide con la versión de la nuera del ahora occiso y ayer señaló a los imputados como los que encabezaban el grupo y que portaban armas de fuego.

Ayer en las afueras de los Juzgados, familiares y vecinos de las víctimas con pancartas exigían pena máxima contra los dos acusados.

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