CORRESPONSAL/NUEVA GUINEA
Si hubiera un siniestro en el mercado del municipio de Nueva Guinea las consecuencias serían catastróficas. Vivanderas de este centro, donde hay más de 600 negocios, señalaron que están “a la voluntad de Dios” porque los hidrantes están en mal estado y el agua llega solo por las noches.
“Las autoridades no se preocupan, nosotros nos hemos pronunciado en más de una ocasión pero hacen caso omiso, solo se acuerdan de venirnos a cobrar pero darnos seguridad es difícil”, señaló Petrona Betancour.
El 26 de diciembre de 1995 las llamas redujeron a cenizas más de 35 negocios y se estima que las pérdidas sobrepasaron los 200 mil dólares, según Diómedes Gutiérrez, comerciante del mercado.
“Solo yo perdí el 26 de diciembre del año 1995 más de 30 mil dólares y desde esa fecha se han desarrollado al menos unos 10 conatos de incendios que han puesto en zozobra a los comerciantes que siempre estamos pendientes de algún siniestro que nos vuelva a dejar en la calle”, dijo Gutiérrez.
OTRA BOMBA DE TIEMPO
Shachary Garay, presidente de la junta directiva de los comerciantes, señaló que una bomba de tiempo es el poste de luz de donde depende todo el alumbrado público para un sector grande de la zona.
El comandante de la Dirección General de Bomberos, Moisés Lunas, dijo que de haber un incendio tendrían que sofocar las llamas utilizando baldes de agua.
El ingeniero Pedro Gutiérrez, delegado departamental de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), confirmó que después de las 8:00 de la mañana en el mercado no hay agua “y nosotros no podemos mantener ese servicio porque Enacal no tiene tanques de almacenamientos, pero desde ya tenemos un proyecto escrito para ejecutarse en el año 2012”.
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