Por Amalia del Cid
No hay que tenerle miedo a ejercer el derecho al voto, aunque existe la tendencia a esperar brotes de violencia tras la elección de nuevas autoridades y a pesar de que se desconfía de la transparencia del Consejo Supremo Electoral.
Ese fue el mensaje que monseñor Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, envió a los nicaragüenses al concluir la ceremonia de la bajada de la imagen de Santo Domingo de Guzmán, ayer en Las Sierritas.
Según Brenes, la ciudadanía debe votar, pero las instituciones deben garantizar que se respete “esa voluntad del pueblo que quiere escoger a sus autoridades para el próximo período”.
“Es un llamado que hemos venido haciendo —la Conferencia Episcopal— al organismo rector, que es el Consejo Supremo Electoral, para que se organice de tal forma que el día 7 (de noviembre) todo el mundo esté contento con los resultados”, dijo el religioso.
De esa forma —señaló Brenes— el 7 de noviembre todo el mundo podría irse a trabajar en paz, como se ha visto en otros países donde los resultados se aceptan con tranquilidad, porque los conteos se realizan en paz y armonía.
“Ojalá que los nicaragüenses actuemos con mucha cordura y que el Consejo Supremo ponga las bases bien sólidas, bien transparentes para que no tengamos problemas”, fue el deseo del arzobispo de Managua.
Respecto al lento proceso de verificación que se ha visto en los últimos fines de semana, Brenes llamó a la ciudadanía a buscarse pronto en los padrones, “para que el día 6 no ande loqueando de un lado a otro, para ver dónde le toca (votar)”.
“Desgraciadamente nosotros los nicaragüenses siempre dejamos las cosas para última hora”, lamentó el sacerdote.
