Si Gran Bretaña tiene a su pareja más popular en el príncipe Guillermo y su esposa Kate Middleton, en Nicaragua su contraparte la encontramos con el presidente Daniel Ortega y la primera dama, Rosario Murillo.
La diferencia en este caso es que el mérito de la pareja presidencial criolla es que hace tan solo dos años estaban entre los personajes más impopulares de la política pinolera.
Mientras hoy Murillo y Ortega solo son superados por la primera comisionada Aminta Granera, en una encuesta elaborada por la misma consultora M&R a finales del 2009, la pareja presidencial se colocó entre los cuatro personajes más impopulares del país.
De esos cuatro, el único que se mantiene en ese ranking negativo es el expresidente y candidato en los próximos comicios, Arnoldo Alemán Lacayo.
Los estragos colaterales en la opinión pública causados por el pacto político acordado en el 2000 entre Alemán y el presidente Ortega, definitivamente se han enraizado mucho más en el caudillo liberal.
La encuesta señala que a Alemán lo acompañan entre las personalidades con opinión más negativa, el también candidato presidencial Enrique Quiñónez, y el político Eduardo Montealegre, quien respalda para presidente al empresario radial Fabio Gadea Mantilla.
Para el analista político Mauricio Díaz el repentino crecimiento de la popularidad de la pareja presidencial es empujado por la política de regalías y clientelismo que practica el Frente Sandinista alrededor de la imagen del presidente Ortega y su esposa, apoyándose en el discrecional uso que hacen de los recursos del acuerdo petrolero con Venezuela.
“La gente está más preocupada por ver quién le resuelve sus necesidades más inmediatas, que por la consolidación de un gobierno democrático. Es triste, pero es la realidad. Y la señora Murillo es muy inteligente en hacer uso de los recursos venezolanos para manipular a la población”, opinó el analista político Díaz.
La Conferencia Episcopal y sectores opositores han acusado al gobierno orteguista de fomentar el asistencialismo con sus programas sociales, sin promover políticas de desarrollo integrales y a largo plazo.
“ Vos le empezás a regalar a la gente e inmediatamente cambia su percepción hacia vos, más aún en un país con necesidades tan severas como Nicaragua” , añadió el analista político.
Actualmente el presidente Ortega también lidera la intención de votos de cara a los comicios de noviembre próximo.
De mantener las tendencias actuales, el mandatario podría incluso ganar en una primera vuelta, aunque todos los candidatos opositores se uniesen en su contra.
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