La campaña electoral se trasladó la tarde de ayer a los hípicos de la capital. Tarimas desde donde saludaban sonrientes los candidatos regalando gorras y camisetas, otros montados a caballo y algunos que pretendían robar cámaras.
El primero en desfilar a caballo fue el candidato a vicepresidente del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Francisco Aguirre Sacasa, quien luego se trasladó a la tarima donde lo esperaba su compañero de fórmula, Arnoldo Alemán. De fondo tenían la música de campaña y regalaban gorras y camisetas a los transeúntes de la avenida Tiscapa.
“Este año los hípicos están mal organizados —se quejó Aguirre Sacasa— esto era mejor con Nicho (Dionisio) Marenco y con Herty (Lewites), pero ahora no hay seguridad para la población y los caballistas”, expresó mientras saludaba a los votantes al lado de Alemán.
HALLESLEVENS CON GRAN COMITIVA
La sirena de una patrulla policial anunciaba la entrada del candidato a vicepresidente del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Omar Halleslevens. Lo acompañaba una comitiva de unos 40 caballistas, incluyendo el presidente del Consejo Nacional de Universidades (CNU), Telémaco Talavera y los diputados Douglas Alemán y José Figueroa.
MAYORGA Y DON KING
En un carruaje le seguían el boxeador Ricardo Mayorga y el promotor de peleas internacionales Don King. Todos estos personajes iban acompañados por cámaras del oficialista Canal 4 y sus vehículos eran los únicos que tenía acceso libre sobre la avenida donde desfilaban los montados.
El candidato a diputado por Managua de la alianza PLI, William Báez, fue otro que desfiló en el hípico de la capital, mientras que Eduardo Montealegre prefirió verlo desde la tarima de una empresa privada.
SOFOCADA POLICÍA Y REFUERZOS DE LA J.S.
El desfile hípico de Managua se desarrolló tan accidentado y colorido como en ocasiones anteriores.
Mucho público, oportunismo político y para aderezar, el alcohol sigue siendo el rey de una fiesta efervescente. Caballistas ebrios, gente que no acataba las recomendaciones de la Policía y el extravío de niños anunciado por los parlantes en la calle.
Decenas de muchachos de la Juventud Sandinista 19 de Julio se encargaron de acordonar varios trechos de las calles por las que hizo recorrido el desfile hípico.
Aunque la presencia de agentes de la Policía Nacional y antimotines era nutrida, parecían no dar abasto para la cantidad de gente que se desbordaba en las calles.
Luego de que el desfile pasó por la avenida Tiscapa, trabajadores de la Alcaldía de Managua recogían los desperdicios dejados por los asistentes.
Un hípico a paso lento y políticos montados en la fiesta.
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