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 El Albergue en la escuela Experimental Acahualinca es el refugio de unas 400 personas que se quedaron sin casa, por la crecida del lago Xolotlán. LA PRENSA/ M. LORÍO.

Se alarga espera en albergues

Apenas tenía un mes de nacido cuando llegó a la Escuela Experimental de Acahualinca. Ahora, con un año de edad, el albergue sigue siendo el único hogar que el pequeño Mario conoce y comparte con otras 400 personas.

Apenas tenía un mes de nacido cuando llegó a la Escuela Experimental de Acahualinca. Ahora, con un año de edad, el albergue sigue siendo el único hogar que el pequeño Mario conoce y comparte con otras 400 personas.

“Y aquí vamos a estar quien sabe por cuánto tiempo más. Ya en este mes (agosto), cumplimos un año de haber llegado”, dice la madre de Mario, una mujer de 21 años llamada Britany Jirón.

La escuela de Acahualinca es uno de los primeros albergues abiertos en la capital y quizá el más poblado, por ahora.

Las familias evacuadas, que instalaron siete champas dentro de la escuela para tener “más espacio” fuera de las aulas, provienen de los barrios costeros del Distrito Dos y Cuatro y son parte del bolsón de 700 familias que está esperando el traslado a nuevas viviendas dentro de Acahualinca, en el terreno cercano a La Chureca, donde la Alcaldía construye un proyecto habitacional.

[doap_box title=”El hacinamiento” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

  • Alrededor de 3,000 capitalinos continúan en ocho albergues de la capital, si se toman en cuenta la cantidad de evacuados en el 2010 y en este año.
“Nosotros no sabemos qué obras han hecho ahí (en el sector de Acahualinca, donde se construyen las casas de los damnificados) y más bien estamos solo esperando a ver qué nos dicen de las casas”, cuenta Brenda Vásquez, quien junto a sus dos hijos adolescentes son parte de los 300 habitantes del albergue Gadala María.

Mientras las nuevas casas llegan, Vásquez se ha dado a la tarea de vender tortillas, mamones y hasta a reparar camas.

“Lo que saco de mi trabajo es para que mis hijos vayan bien a clases”, dice la señora, quien sostuvo que la municipalidad y el Gobierno se han encargado de proveerles la alimentación necesaria.

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SIN FECHA PARA SALIR

Sin embargo, aunque el riesgo en Managua incrementa y la misma municipalidad acaba de anunciar que unas 800 personas asentadas en once puntos críticos deben ser reubicadas y trasladadas a albergues con urgencia, ni siquiera hay fecha para trasladar a los primeros evacuados del 2010.

Sobre el tema, el secretario general de la Alcaldía de Managua, Fidel Moreno, se ha limitado a indicar que el traslado de los damnificados, que ya llevan un año albergados, será “pronto”. Mientras tanto, una treintena de familias afectadas con el invierno de este año ya fueron asentadas en el recién abierto albergue del Polideportivo España.

No obstante, sobre las nuevas familias que requieren ser reubicadas con urgencia, Moreno dijo ayer en declaraciones al oficialista Canal 13 que aun están en negociaciones con las familias afectadas.

“En el caso El Laurel (punto crítico en el Distrito Tres), hemos estado hablando con la población que debe evacuarse. Les ofrecimos albergue, pero no han querido (trasladarse)”, dijo Moreno de manera escueta, sin detallar las medidas que tomará la comuna en el resto de puntos críticos en donde se requiere la reubicación de población. En La Zacatera y otras zonas de alto riesgo y la población tampoco quiere evacuarse.

LOS ATRASOS SILENCIOSOS

El también secretario político del Frente Sandinista en Managua, Fidel Moreno, ha admitido públicamente que hay atrasos en la construcción de más de 600 viviendas para los damnificados del invierno del 2010.

Según la versión oficial de Moreno, el levantamiento del nivel del suelo ha sido el principal pegón.

Las nuevas casas se construyen a menos de 300 metros del lago Xolotlán y se debió ejecutar un arduo trabajo de terracería para levantar el nivel de la tierra y disminuir los riesgos de inundación en el área seleccionada para las construcciones.

 Seguimos en un proceso de revisión de los puntos vulnerables en Managua (...) Se han estado revisando otros puntos y barrios que pueden ser incluidos en esta categoría (de zonas más vulnerables de la capital)”
Fidel Moreno.
LAPRENSA/ARCHIVO
 En las bodegas del Gadala María, algunos jefes de familia salen a trabajar durante el día.
LA PRENSA/ M. LORÍO.

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