Poder
“El poder es el afrodisíaco más fuerte”
Friedrich Nietzsche (1844-1900), filósofo alemán
VIDAS PARALELAS
Arnoldo Alemán tiene vidas paralelas con otro gordo que también fue presidente de su país: el doctor Guillermo Endara de Panamá. No solo los dos son gordos, usan anteojos, tienen una sonrisa ridícula y son abogados, sino que los dos fueron presidentes de la república y los dos empezaron su campaña electoral solteros y se casaron con mujeres mucho más jóvenes que ellos.
Estas a su vez protagonizaron pintorescas labores como primeras damas.
Este paralelismo sigue ya que el doctor Endara —al igual que el popularísimo expresidente Carlos Menem—, pensó que él debería reelegirse y se presentó a una segunda campaña por la presidencia la que perdió como con un 5 por ciento del electorado panameño.
El doctor Alemán no entiende que uno puede haber sido presidente, a lo mejor hasta puede haber sido un “buen presidente” pero que los pueblos se cansan y la democracia exige relevo generacional.
La generación de nicaragüenses de 50 años de edad está siendo estafada y burlada por personajes gastados que tienen 60 largos (Alemán y Ortega).
Carlos Menem lo entendió y se retiró de su campaña por la vuelta al poder.
Endara es el espejo en que Alemán no se quiere ver, a pesar que es su alma gemela. Ahora el PLC ridículamente desprestigia a CID-Gallup y a M&R consultores solo porque los números no le favorecen.
Y no solo no entiende Alemán sino que ahora endurece su posición y va en contra de los liberales que le adversan, haciéndole, él mismo, el juego al FSLN de despedazar a la oposición. En su frustración ahora dice que le sacará los favores que les hizo a un montón de gente. Sigue sin entender que esos favores los hacen todos los gobernantes y se debe de realizar con elegancia y no como una guaca de secretos con los cuales chantajear a los favorecidos.
¡Es la falta de clase!
Zacarías Chamorro
LAS ENCUESTAS Y EL VOTO
Ni dudarlo que la mejor encuesta es la del sufragio universal, donde el ciudadano votante nicaragüense se transforma en auténtico político y se define por su ideología, aunque ciertos votan por simpatía, etc., hacia determinados candidatos. El día de las votaciones existe íntima convicción del voto, solo el votante sabe por quién votar.
El pueblo no debe dejarse manipular de nadie por quien tienen que votar, pues arrepentirse es peor que perder. El pueblo nicaragüense seguro sabe qué partido es el idóneo para seguir gobernando, es decir, el día de las votaciones quedará definido ante esa gran encuesta que hace la democracia representativa con su voto quien gobernará.
El día de las elecciones no hay dictadura, no hay caudillismo, no hay patrón, no hay encuesta que valga, el pueblo se impone y es el único garante de su propio destino y se dicta su propia sentencia condenatoria o absolutoria eligiendo a su candidato preferido con su voto soberano.
Existe mucha expectativa en nuestro país e internacionalmente acerca de las elecciones del 6 de noviembre 2011 para presidente, vicepresidente de la República y diputaciones, debido a que se ha expresado que el FSLN tiene fraguado un fraude para las elecciones ¿entonces, para qué tanta propaganda del FSLN? Si están seguros de ese presunto fraude, no se notaría semejante preocupación. Esa cantaleta está anacrónica, desfasada, siempre que vienen elecciones dicen de lo mismo.
William Shakespeare, en la obra El Rey Juan, dice: “Aunque sólo lo hayas consentido, este acto tan cruel, pierde esperanza, y si te falta cuerda, el mínimo hilo que jamás la araña retorció en su vientre para estrangularte servirá” (pág. 119 Editorial Norma-Bogotá 2001). Entonces, no hay que asombrarse que siempre que hay elecciones en nuestro país inicien las intrigas, los lanzamientos de culpas y errores; es mejor que inicien un certamen de fiesta cívica, no todo el tiempo van a vivir en trifulca politiquera, no se estrangulen.
Hay que comprender que ir a votaciones no es ir a una guerra, es una toma de decisión de futuro que ejecuta el pueblo, pero algunos “politiqueros, líderes y candidatos” se ofenden en sus discursos, eso no se ve bien ante los ojos nacionales e internacionales, sería mejor que hagan un avenimiento que se van a respetar y no maltratarse.
Que gane al que el pueblo elija. El pueblo no quiere ingratitudes, necesita apoyo y más apoyo para continuar con el fundamento sustantivo de la vida, de su futuro y continuar prosperando en la medida de las posibilidades del gobierno que esté de turno.
Bayardo Quinto Núñez
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