Tammy Zoad Mendoza M.
Fotos LA PRENSA/ C. Malespín/ Agencias
La mujer que realizaba peligrosas piruetas a bordo de una motocicleta esposada a la mano del legendario James Bond, el agente 007, sigue en la vía. Ahora no está armada, usa casco y la acción en la pista se refiere a educar a la gente.
Michelle Yeoh es la embajadora mundial de la Campaña Carreteras Seguras y junto a su esposo Jean Todt, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), viaja por el mundo para presentar la iniciativa de la Campaña de Seguridad Vial de las Naciones Unidas.
Yeoh hizo un alto en Nicaragua el pasado fin de semana y habló con DOMINGO de esta labor que se ha sumado a la agenda de trabajo estos últimos años.
“Luego de tantos años de trabajar en actuación te das cuenta del privilegio de tener influencia en la gente y la responsabilidad que esto conlleva. Solo basta con ver a tu alrededor para percibir los problemas que enfrenta nuestra sociedad, yo he decidido comprometerme con esta causa”, comenta la actriz de ascendencia china y nacida en Malasia.
“Precisamente eso que han visto en las películas de James Bond es lo que no se debe hacer cuando uno conduce”, dice como un amable consejo la mujer que conserva ese temple de acero y que luce tan impecable como Mameha, la imponente geisha a la que encarnó en la cinta Memorias de una Geisha (2005).
LO SUYO NO ERA
la actuación, sino el baile. Ahora ha saltado por diferentes escenarios y a sus 49 años es una actriz consagrada en Hollywood por sus laureadas actuaciones en películas como El Tigre y el Dragón , Far North o Babylon A.D , La momia: La tumba del emperador y su inmortal papel en la décimo octava película de James Bond: El mañana nunca muere (1997).
Pero antes de ser actriz y luego de que sus sueños de ser primer bailarina en una compañía de ballet se desplomaran, ella también le apostó a su belleza.
En 1983 participó y ganó el concurso de belleza Miss Malasia, viajó a Miss Universo a representar a su país. Pero no bastó ser linda para triunfar en la pantalla. Fue hasta su participación en un comercial junto a Jackie Chan que ella despertó el interés de productores cinematográficos.
“La actuación está entre las prioridades de mi vida, además mi trabajo, mi pasión”, apunta Michelle Yeoh.
“Por ahora y cada vez que puedo me dedico a apoyar esta causa. Creo que se pierden demasiadas vidas en las carreteras. Todos conocemos al menos una historia cercana de alguien que murió en un accidente por un conductor ebrio o casos de personas que han quedado mutiladas en choques, incluso familias que quedan destrozadas con la pérdida de un ser querido”, cuenta Yeoh.
En el 2010, la Secretaría Ejecutiva de la Policía de Tránsito registró 948 accidentes automovilísticos más que los ocurridos en 2009, estadísticas alarmantes que han convertido esta situación en un problema de salud pública.
Le bastó mediodía en el país para darse cuenta que Nicaragua tiene muchos problemas, pero según Yeoh por la experiencia en sus viajes durante la campaña considera que también hay voluntad de la empresa privada por integrarse en un trabajo conjunto para superar los diferentes problemas sociales de la mano de la ciudadanía y el gobierno.
“Algo que hay que reconocer es que el gobierno también está interesado en trabajar para educar a la gente. Hoy por la tarde nos reuniremos con el señor Daniel Ortega para plantear nuestra campaña y las acciones conjuntas que se pueden realizar para que nuestras carreteras sean más seguras”, aseguró Yeoh. De esa reunión muy pocos se habrán enterado.
Debe irse pues este trabajo es una carrera contra el tiempo. En unos seis meses tiene que recorrer en mundo para llevar consigo la campaña de Carreteras Seguras. En mayo de este año las Naciones Unidas declaró el Decenio de Acción para la Seguridad Vial alrededor del mundo 2011-2020.
SIN QUERER, SUS PIES
cuentan otra de sus historias. Desde los cuatro años Yeoh practica ballet. Tenía una carrera prometedora y en 1980 se unió a la Royal Academy of Dance en Londres. Pero una lesión en la columna ocurrida durante una sesión de práctica la llevó a especializarse en coreografía y por recomendación médica deja el baile.
Del ballet solo le quedan la pasión, los recuerdos y esa protuberancia en el hueso del dedo gordo del pie, que se recuesta torcido hacia sus hermanos menores.
Pero en la actuación también ha recibido golpes. A finales de junio de este año la actriz arribó a Myanmar y fue deportada el mismo día debido a que se encontraba en una lista negra, según confirmó una autoridad del gobierno por haber protagonizado en su último trabajo cinematográfico a la líder activista y Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, pro democracia.
Michelle solo tuvo una entrevista con Suu Kyi durante la realización de The Lady , película biográfica de la activista, que se estrenará a finales de este año. En entrevistas posteriores a medios internacionales Michelle Yeoh se declaró “en shock y entristecida”. Pero ella sigue luciendo impecable, serena. Impone su presencia con esa silueta que parece esbozada en el aire con un par de finos pinceles. El resultado, la mujer delgada de piel porcelana y delicados trazos en el rostro. Ojos almendrados y de fácil sonrisa.
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