Como pocas cintas sobre personajes clásicos, el estreno de Los Pitufos ha provocado toda un tsumani de nostalgias a toda la generación de treintañeros que recuerdan con mucho cariño a estos personajes infantiles.
Curiosamente, las mayores expectativas se concentran en esta generación y no en el público infantil al cual va dirigida esta película. El problema es que debido a serios conflictos por los derechos de autor, los clásicos animados de los 80 no fueron parte de la parrilla de repeticiones que tanto caracterizan a los canales de dibujos animados. El resto del trabajo queda en manos del argumento y los efectos digitales. Si estos logran replicar la magia de los 80 (algo que dudo), entonces el negocio está hecho.
La cinta está a cargo de estelares figuras de la televisión estadounidense. La mayoría están detrás de las voces de los pitufos. La cantante de las grandes tentaciones Katy Perry representa a la ingenua Pitufina. Hay mucha expectativa por lo que pueda hacer Hank Azaria en su recreación del malvado Gargamel.
El hecho de que la trama tenga como epicentro que los pitufos abandonen su calmo y mágico bosque para hacerlos caer en el relajo modernista de Nueva York tiene a más de alguien con las cejas arqueadas, por la desconfianza. Por cierto, ¿no les recuerda Encantada?
Ver en la versión impresa las paginas: 20