LA PAZ/AFP
El gobierno y los sindicatos bolivianos se mostraron este jueves a la expectativa de las oscilaciones de las bolsas de Estados Unidos y Europa e inquietos por sus repercusiones sobre los precios de los hidrocarburos y de la minería, sus principales bienes exportables.
Para contrarrestar la caída de los precios de las materias primas, el gobierno dispondrá de “entre 2.000 y 3.000 millones de dólares de las reservas internacionales para utilizarlos en proyectos productivos”, anticipó a la prensa local la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales.
El ministro de Minería, José Pimentel, pidió en tanto “esperar ésta y la siguiente semana para ver cómo evoluciona el mercado” de los minerales, que el primer semestre de este año tuvo un espectacular repunte hasta superar en casi un 2% al del gas natural, principal generador de los ingresos nacionales.
La baja de precios de minerales “ya nos está preocupando a los trabajadores”, declaró de su lado Guido Mitma, secretario ejecutivo de la unitaria Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia, al diario Página Siete.
Bolivia exporta mayormente plata, estaño y zinc a mercados de Asia (50%), Europa (30%), Estados Unidos (15%) y varios países de la región (5%), según el viceministro de Minería, Héctor Córdova.
A pesar de la tendencia de los precios a la baja, Pimentel dijo que “estamos confiados en que las economías asiáticas mantendrán sus niveles de producción industrial y también sostendrán la demanda de minerales”.
Por su parte, el ministro de Hidrocarburos, José Luis Gutiérrez, anticipó en rueda de prensa que “sí nos puede afectar en el precio del gas, porque nosotros exportamos gas” a los mercados de Brasil y Argentina.
Sin embargo, la baja de los precios del crudo, del cual Bolivia es importador, no incidirá mayormente en la economía nacional, según Gutiérrez.
La economía boliviana depende principalmente de las exportaciones de materias primas como el gas, la plata, el estaño y el zinc.