TEGUCIGALPA/AFP
Otros tres campesinos fueron asesinados la noche del domingo en el Bajo Aguán, noreste de Honduras, en una desenfrenada cadena de crímenes por pleitos de tierras, pese a un fuerte despliegue militar y policial, denunció este lunes un dirigente social.
“Pedro Canales y su esposa (Reina Mejía) fueron asesinados en la noche cuando regresaban del velorio de Secundino Ruiz; entraron a su casa a matarlos”, dijo a la AFP el dirigente de Vía Campesina, Rafael Alegría.
Añadió que en la zona del Aguán, situada a 600 km al noreste de Tegucigalpa, hay un tercer campesino muerto, cuyo nombre y circunstancias no se las habían detallado, “pero son cuatro muertos en casi 24 horas”.
Canales era presidente de la Cooperativa La Concepción del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA).
“A la pareja los atacaron a tiros dentro de su casa, pero a la esposa de Canales la atacaron con machete, en un nuevo método y ¿para qué sirve ese gran despliegue de militares y policías?, eso mueve a sospechas”, lamentó Alegría.
“Los dirigentes campesinos están escondidos, preocupados porque están asesinando a mansalva y bajo la presencia de esa fuerza policial militar, más de 600 hombres, ¿qué deja entender eso?”, subrayó.
Anunció que organizaciones sociales de Honduras solicitarán el envío de una “comisión internacional que venga a la zona”.
El sábado pistoleros mataron al presidente del Movimiento Auténtico Reivindicador de Campesinos del Aguán (Marca), según la policía, para robarle un dinero que había retirado de un banco.
“A Secundino Ruiz, de 44 años, presidente de Marca, le dieron muerte luego de salir de un banco de retirar 195.000 lempiras (poco más de 10.000 dólares)”, dijo a la AFP el jefe del Operativo Xatruch II, comisario Julio Espinal.
Añadió que Ruiz se transportaba en su vehículo con el tesorero de Marca, Santos Pavón, por la ciudad de Tocoa, donde dos desconocidos que viajaban en una motocicleta la dispararon y le robaron el dinero. Pavón resultó ileso.
La muerte de Ruiz “fue un asunto de delincuencia común, no tiene que ver con el conflicto agrario”, aclaró el oficial.
Espinal encabeza un contingente de 600 militares y policías que fueron enviados por el presidente Porfirio Lobo el viernes al Bajo Aguán a frenar una ola de muertes en el contexto de las confrontaciones entre campesinos y guardias de los propietarios de las tierras cultivadas con palma africana.
Los conflictos que datan de hace dos años dejaron un saldo de medio centenar de muertos en los últimos meses, once de ellos esta semana.
La disputa se da porque los campesinos han ocupado varias fincas (unas 4.000 hectáreas en total) por los reclamos de tierra en base a la reforma agraria iniciada en los años 1970.