ACAN-EFE
Cientos de nicaragüenses con algún tipo de discapacidad salieron hoy a las calles de Managua para demandar a la Asamblea Nacional la promoción de una ley que protege sus derechos, que entrará en vigor en noviembre próximo.
A pie, en sillas de ruedas y en carrozas, la mayoría de los manifestantes, afiliados a la Asociación Los Pipitos de Nicaragua, recorrieron cerca de tres kilómetros de calles de la capital, hasta llegar a la sede del Parlamento, donde demandaron a los legisladores apoyo para promover la Ley que ampara los derechos de las personas con discapacidad.
En la manifestación, que transcurrió en un ambiente de carnaval, también participaron miembros de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad (Feconori).
La comitiva arrancó al sur de Managua y tocó meta en las afueras de la Asamblea Nacional, cerca del antiguo centro de la capital, donde fueron recibidos por el jefe del grupo parlamentario sandinista, Edwin Castro, que participó en la marcha y prometió apoyar las demandas de las personas con discapacidad.
Castro también saludó el 24 aniversario de la Asociación Los Pipitos, que lo cumplieron este viernes.
El presidente de la Feconori, el invidente David López, dijo a Acan-Efe que están en una campaña de sensibilización sobre la Ley de derechos a las personas con discapacidad, que entrará en vigor el 3 noviembre próximo.
Según López, esa Ley reconoce la capacidad jurídica de las personas con discapacidad para actuar y decidir por sí misma.
Destacó, además, que esa norma ordena al Ejecutivo y a los Gobiernos locales asignar una partida presupuestaria “suficiente” para el funcionamiento de la Secretaría de Promoción y Articulación para la Aplicación de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
El Parlamento celebrará el próximo día 30 una sesión especial en ocasión del Día Nacional de la Discapacidad.
El 10,5 por ciento de los nicaragüenses, alrededor de 600,000 ciudadanos, sufren algún tipo de discapacidad en este país, ya sea por guerras, accidentes o enfermedades, y viven en su mayoría en la pobreza, según cálculos de Feconori basados en el último censo de 2005.